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Apoteósico final en la ermita Santa Llúcia de Alcossebre. El ciclista kazajo Alexey Lutsenko (Astana) se ha impuesto en la quinta etapa de la 72ª edición de La Vuelta a España, una jornada de 175,7 kilómetros disputada entre Benicàssim y Alcossebre. El ganado invirtió 4h:24.58. Le ganado llegó en solitario, con 42 segundos de ventaja respecto al eritreo Merhawi Kudus (Dimensión Data). Chris Froome se mantiene al frente de la clasificación general.
El ganador de esta dura quinta etapa se escapó de una numerosa fufa que se inició en los primeros kilómetros. En concreto en el 17. Y dicho grupo llegó a tener una renta de más de siete minutos respecto al grueso del pelotón, el cual no reaccionó hasta los cinco últimos kilómetros. La gente disfrutó y los tres últimos kilómetros fueron un impresionante reguero de aficionados. Muchos turistas y visitantes que no se quisieron perder la cita.
Mucha expectación en la provincia
Fueron 175,7 kilómetros desde la salida en Benicàssim hasta la llegada a la ermita de Santa Llúcia, en Alcossebre, allá donde acaba o empieza, depende, la Serra d’Irta. Un mirador donde se podría contemplar la tremenda explanada desde el propio Alcossebre hasta Orpesa, a parte de contemplarse las islas Columbretes, o la punta de Penyagolosa.
Un recorrido espectacular. La serpiente multicolor no decepcionó, como no lo hizo la población castellonenses porque las calles de los municipios aparecieron repletas de gente, y llamativo fue ver el recorrido por las calles de Vilanova d’Alcolea, engalanadas y con la banda de música en la calle.
Salida desde la calles benicenses
A las 13.25 horas se dio la salida desde Beniscàssim y a partir de ahí el pelotón pasó por el Grao de Castellón, Castelló, Benicàssim, Orpesa, Cabanes, Vall d’Alba, Els Ibarsos, Els Rosildos, la Serra d’en Garcerán, Benlloch, Vilanova d’Alcolea, La Torre d’En Doménech, La Serratella, Albocàsser, Les Coves de Vinromà, Alcalà de Xivert, Alcossebre y hasta escalar a la ermita de Santa Llúcia, con un tremendo desgaste en los tres últimos kilómetros en algunos puntos de hasta el 25%.
En el kilómetro 17 se produjo la escapada de diecisiete corredores que rodaron en solitario durante toda la carrera. El máximo de diferencia fue de 7:05, aunque casi siembres osciló en los tres minutos y medios. A falta de sesenta kilómetros se repartió cera entre los primeros puestos y poso a poco se fue fraccionando. El australiano Marco Haller (Katusha), un rodador muy corpulento, se escapó y rodó durante muchos kilómetros. La ventaja nunca superó los quince segundos. Luego, a falta de 35 kilómetros se le unió el kazajo Alexéi Lutsenko (Astana). Empezaron a abrir brecha. En torno al minuto antes de llegar a Alcalà de Xivert.
Escapada definitiva
Lutsenko de marchó en solitario en busca de la victoria a cuatro kilómetros de la meta sin que nadie pudiera evitar el triunfo del kazajo. Cruzó la línea de meta con 42 segundos de ventaja respecto a Merhawi Kudus. Luego muchos corredores llegaron en cuenta gotas. Fueron muy duras las rampas finales.
A todo ello, el británico Chris Froome (Sky), que se enfundó el maillot rojo de líder tras terminar tercero en la tercera etapa, se mantuvo al frente de la clasificación general individual de La Vuelta diez segundos de ventaja respecto al norteamericano Tejay van Garderen (BMC Racing).
Este jueves se disputará la sexta etapa que saldrá desde Vila-real y finalizará en Sagunto, tras un largo recorrido de 2014,4 kilómetros, pero mucho más llano que el que se encontraron en Alcossebre.
Palabras de Alberto Contador
El ciclista de Pinto, que se retira una vez finalice esta temporada, tuvo palabras de elogio hacia los miles y miles de aficionados que jalearon su nombre por todo el recorrido, con diferentes pancartas de apoyo hacia su persona. "Estoy abrumado por el cariño recibido. Quiero dar las gracias por el trato que me dan. Es como si estuviera en la cera de mi casa", dijo Alberto Contador.