Vicente Vidal. Portavoz adjunto de Cs en el Ayuntamiento Castellón
En Castellón se trabaja a destajo, como en Valencia y Alicante, imagino, para que los hospitales de campaña estén listos en 10 días. Diez días desde hoy, quince desde el anuncio de la iniciativa por parte del Consell. Por tanto, el tiempo que tardó China en construir un hospital, es el que necesitamos en la Comunitat Valenciana para levantar uno de campaña.
Desgraciadamente, el tiempo de acción-reacción no permite ver cómo corren las agujas del reloj de La COVID-19, que giran en sentido contrario a la urgencia sanitaria y, mientras España supera el número de muertes de China, aquí seguimos allanando el terreno de lo que puede ser un escenario tardío. Y no lo digo yo, ni Ciudadanos en Castellón que ayer ya nos adelantamos a los datos con los que hemos amanecido hoy, porque no hay que ser muy listos viendo la evolución de la pandemia. Por eso ayer, en Cs pedimos a la alcaldesa que intercediera con sus superiores, el President Puig y la Consellera de Sanitat para replantear la ubicación del hospital de campaña de Castellón porque hoy ha salido el sol, sí, pero mañana se complica el tiempo y lloverá sobre mojado. Amparo Marco, agradecida con nuestra aportación y, no menos consciente de la diligencia que exige el momento, también allanó el terreno a sus superiores, teniendo en cuenta que estamos intervenidos con mando único por la administración supramunicipal, anunció que los pabellones sindical y del Chencho están preparados por si este hospital no llega a tiempo.
Y hoy ha salido el sol pero no brilla del todo, La COVID-19 en Castellón ya ataca a 4 personas cada hora, los hospitales están colapsados, los sanitarios, auxiliares y personal desbordados y sin material de protección suficiente y según la previsión meteorológica, La COVID-19 ha picado hasta el sol que mañana se esconderá y entristecerá el cielo con alguna gota. COVID-19 llega hasta el infinito y más allá, pero mientras seguimos allanando el terreno porque la esperanza es lo único que se pierde. Para eso están trabajando contra viento y marea, nunca mejor dicho todos los que están en primera línea de la batalla. Los momentos difíciles examinan la inteligencia y también la moralidad de las personas y en esta crisis que estamos viviendo, una crisis atípica, desgraciadamente, somos muchos los que estamos en el batallón luchando por acabar con La COVID-19 para protegernos los unos de los otros y muy pocos los que se han quedado en las trincheras y siguen allanando el camino.
Ay esta España mía, esta España nuestra... Ay ay.
