La Policía Local desarrolla una campaña para garantizar el correcto paseo de estas mascotas y verificar la documentación exigida por ley.
El Ayuntamiento de Almassora, a través de la Policía Local, está desarrollando durante este verano una campaña específica de control y vigilancia de perros potencialmente peligrosos al objeto de velar por el correcto cumplimiento de las condiciones fijadas para la tenencia de este tipo de animales. El concejal de Seguridad, Luis Martínez, señaló este 26 de julio que “son ya diferentes las advertencias y sanciones que se han impuesto, sobre todo en la zona marítima, con el objetivo de que se mejore la convivencia y se garantice la seguridad de todos los ciudadanos, aquellos que tienen mascotas y los que no las poseen”.
El edil recordó la puesta en marcha de esta iniciativa que bajo el título “Tener un perro conlleva responsabilidades”, está permitiendo recordar a todos los titulares de este tipo de mascotas cuáles son sus obligaciones. De hecho, los agentes hacen especial hincapié en que estos perros no pueden circular libres por las vías, sino que lo han de hacer sujetos, con correas o cadenas, que no solo no deben ser extensibles, sino que además tienen que tener una longitud inferior a los 2 metros.
“A ello se deberá sumar el uso del bozal, además de que no se podrá pasear más de un perro de estas características por persona, la cual necesariamente deberá ser mayor de edad y estar capacitada para ejercer un control efectivo del animal”, ha recordado Martínez. De igual modo, el concejal recordó que la persona deberá llevar consigo la licencia administrativa correspondiente, así como la certificación acreditativa de la inscripción del animal en el registro municipal de animales potencialmente peligrosos.
Sanción, último recurso
Cabe señalar que el consistorio, a través de la Policía Local, aplica un régimen sancionador para infracciones en materia de animales potencialmente peligrosos que alcanza hasta los 300,51 euros, para sanciones de carácter leve, de 300,51 hasta los 2.404,05 euros, para las infracciones graves, y de 2.404,05 euros a 15.025,30 euros para las muy graves.
En este sentido, recordó el concejal de Seguridad, “somos conscientes de que la sanción es el último recurso que se debe alcanzar para cumplir con la normativa vigente”. Sin embargo, “visto que las campañas informativas que hemos desarrollado de forma periódica no han tenido impacto en algunos propietarios, el recurso de la sanción es al que finalmente acudimos para que se cumpla la normativa vigente”. En todo caso, apostilló Martínez, “estos casos son los mínimos, puesto que la población en general, y los titulares de este tipo de mascotas en particular, son conscientes de las condiciones a las que están sujetos como responsables de este tipo de perros”.
