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El concejal de Seguridad Pública, Santiago Agustí, ha convocado a la asociación de vecinos la Vila de Almassora y al resto de fuerzas políticas de la localidad para consensuar el borrador de la nueva regulación de casales. La reunión tendrá lugar el próximo día 16 en el consistorio con el objetivo de retomar el calendario trimestral de encuentros para hacer balance de las molestias ocasionadas en determinados puntos.
Agustí trasladará al presidente de la agrupación, Salvador Vilar, y a los portavoces de los grupos políticos las claves de un texto que abordará la concienciación sobre el uso de los casales en el casco antiguo más allá de las semanas de fiestas. La intención del equipo de gobierno pasa por implicar a los vecinos en el estudio sobre la convivencia y definir los horarios y prácticas permitidas en la Vila y aquellas conductas que cabría mejorar.
El responsable de Seguridad Pública ha recordado que el compromiso alcanzado tras la reunión de noviembre fue el de realizar un seguimiento de la actividad de los casales en la Vila con carácter trimestral, como finalmente ocurrirá con este nuevo encuentro. “Los datos demuestran que las molestias son muy limitadas en puntos muy concretos, no existe una problemática generalizada, pero queremos conocer su evolución y trabajar para que desaparezcan estos conflictos puntuales”, según Agustí.
El equipo de gobierno pretende incidir en aquellos locales que se utilizan durante todo el año como sede de reuniones, y no exclusivamente durante los festejos patronales de mayo y octubre, para garantizar que el derecho de reunión se cumple pero también el descanso de los vecinos está asegurado. Así, además de la mejora de la regulación, Agustí apela a la comprensión mutua para conciliar ocio y descanso.
El volumen de la música y la suciedad en el entorno de los casales copan las quejas de los residentes en el casco antiguo, dos puntos que el consistorio considera “reconducibles”. No obstante, el responsable de Seguridad Pública ha recordado a los vecinos que, en caso de sufrir molestias, deben llamar a la Policía Local para que quede constancia y así poder hacer un seguimiento de los puntos que acumulan más quejas e interponer las sanciones en los casos necesarios.
El equipo de gobierno espera que la nueva regulación mejore progresivamente la convivencia entre los propietarios/usuarios de los casales y los residentes en el casco antiguo más allá de los festejos patronales de mayo y octubre. Esta parte recuerda que, pese a que las quejas se remontan a años pasados, es la primera vez que el consistorio y los afectados establecen un calendario para realizar un seguimiento.