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El Ayuntamiento de Almassora ha adelantado que aplicará un rebaja del 3% sobre el recibo del IBI, tanto rústico como urbano, a aquellos contribuyentes que domicilien el pago. La medida entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2017, tras la modificación de la ordenanza fiscal que regula el pago de este impuesto y que deberá se ratificada por el pleno.
Tal como ha anunciado al alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, el objetivo de esta medida es “animar a los vecinos a domiciliar el pago de los impuestos municipales y reducir así los trámites administrativos que los ciudadanos tienen que realizar y el coste de las gestiones para el consistorio”. La primera edil ha asegurado que, gracias a la simplificación de los trámites, “se produce un ahorro en la gestión que podemos trasladar al impuesto final y reducir así la presión fiscal sobre los ciudadanos”.
Por su parte, el edil de Hacienda, Roger Beltrán, ha explicado que el cobro por parte de la administración local no se ejecutará hasta que no finalice el plazo para el abono del IBI por lo que “los vecinos sabrán la fecha exacta del pago y podrán disponer de su dinero hasta el último momento”. Beltrán ha manifestado la voluntad de su departamento de reducir el número de fraccionamientos que se producen en el pago de impuestos municipales una medida que “resulta muy ventajosa para los ciudadanos que pasan por apuros económicos” pero que, según el concejal también tiene un alto coste de tramitación. Con la aplicación de esta rebaja sobre el IBI, el consistorio prevé reducir el número de aplazamientos.
El impuesto que grava los bienes inmuebles es un de los que más aportan a las arcas municipales. En el ejercicio de 2015, el Ayuntamiento de Almassora recaudó 6.164.721,61 euros del IBI urbano y otros 54.505,58 del IBI rústico. Cabe recordar que la Gerencia Territorial del Catastro del Castellón, realizó una revisión de casi 950.000 metros cuadrados de suelo urbanizable industrial pormenorizado para rebajar la carga fiscal sobre aquellas parcelas que se encontraran en áreas no desarrolladas urbanísticamente. Esta medida complementó la solicitud del consistorio almazorense al organismo para la revisión del IBI en aquellas fincas calificadas como urbanizables pero no desarrolladas, que pasaron a tributar como rústicas gracias a esta revisión.
Esta es la segunda tasa que reducirá el consistorio en 2017, tras el anuncio de la rebaja en el precio de las bodas civiles que se celebren en el Ayuntamiento a partir del 1 de enero. Los contrayentes pagarán únicamente 50 euros para cubrir los gastos administrativos, en lugar de los 103 euros que abonan ahora. Esta bajada del más de 50% deberá ser ratificada por los grupos en la sesión plenaria del próximo 17 de octubre .