Además de bebés y niños, madres gestantes y enfermos tambén pasan por el manto.
Como manda la tradición, el primer domingo de Adviento es una de las fechas elegidas para que quienes deseen obtener la protección y el amparo de la Mare de Déu de Lledo pasen bajo su manto.
Así este sábado por la tarde, tras una Eucaristía oficiada por el prior de la basílica, Josep Miquel Francesc, y con la participación de la coral Veus de Lledó, la virgen, con manto morado según manda el calendario litúrgico, ha bajado de su camerín para que los fieles pudieran acercarse a su patrona.
Desde recién nacidos hasta personas mayores, madres gestantes o enfermos, todos han tenido la oportunidad de besar su imagen. Además, los más pequeños han obtenido un diploma que certifica el cumplimiento de este rito católico.
Rosanna Blasco