Aemet ha activado la alerta amarilla por altas temperaturas, que serán más difíciles de soportar en el interior que en el litoral
R.M//E.M//Castellón Información
Una nueva ola de calor se cierne sobre Castellón. La delegación territorial de la Comunitat Valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado la alerta amarilla en el interior de la provincia de cara al viernes 9 de agoto. Una alerta que podría alargarse durante todo el fin de semana próximo.
En lugares como Segorbe, en el Alto Palancia, las temperaturas podrían alcanzar los 42 grados, mientras que en la capital rondarán los 35, una temperatura máxima que se repetirá en varios puntos del litoral provincial, ya que la brisa marina ‘suavizará’ la sensación de bochorno que ya se vive en estos últimos días: "Con el verano tan avanzado, las brisas de mar son cada vez más débiles, entran más tarde y tienen menos recorrido hacia el interior, con lo que son menos eficientes para refrescar las temperaturas a partir de mediodía. Aun así, estos días hemos seguido teniendo brisas en la costa", indica Aemet.
En principio la alerta amarilla se mantendrá desde las 12.00 horas hasta las 20.00 horas del viernes, según la misma fuente.
Temperaturas máximas previstas y sus variaciones desde hoy y hasta el domingo.
Mañana descienden algo las temperaturas en Alicante, pero atentos al VIERNES, que el ascenso será generalizado. En algunos puntos del interior de Valencia podrían alcanzarse localmente 42-43 ºC. pic.twitter.com/Q7tACV2KUH— AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) August 7, 2019
¿Será el día más caluroso de la historia en la provincia?
Según la Organización Meteorológica Mundial, el mes de julio pasado fue el más caluroso desde que se tiene registro, a pesar de que el 30 y el 31 las temperaturas bajaron. Castellón cerró el séptimo mes del año con una temperatura media de 27,6 grados, 1,6 de lo que suele ser habitual.
Pero según recogía el cronista de la Ciudad de Castellón, Juan Antonio Balbás, en el ‘Libro de la Provincia de Castellón’ (1987, P-668), el 17 de agosto de 1881 se produjo en la capital de la Plana “un horroroso viento de poniente nunca sentido con tanta violencia en este país. El calor era insoportable, llegando el termómetro centígrado en la capital a 42 grados a la sombra y 50 al sol”.