Begoña Carrasco. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló y Presidenta del PP de Castelló de la Plana
No caben más excusas. Hace muchas semanas que desde el Partido Popular venimos denunciando la muy deficiente gestión que se realiza por parte del equipo de gobierno municipal del Ayuntamiento de Castellón. Así lo veníamos detectando, y así nos lo están trasladando día sí, día también los proveedores que tienen ahora mismo pendiente el cobro de más de 5 millones de euros porque el Ayuntamiento de Castellón no les paga.
Porque sí, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, no les paga. No les paga por realizar su trabajo. Por atender los servicios y las prestaciones que tienen encomendados por parte del equipo de gobierno municipal de PSOE, Compromís y Podemos. ¿Alguien lo entiende? Es rotundamente incomprensible, pero desde luego, absolutamente injusto.
Porque frente al equipo de gobierno municipal más caro de la historia, el que peor gestión está desarrollando. Por primera vez en la ciudad de Castellón, las trabajadoras del Servicio de Atención Domiciliaria, es decir, las profesionales que atienden a las personas dependientes y vulnerables de esta ciudad, han convocado una huelga para el próximo día 5 de agosto porque el Ayuntamiento de Castellón les debe 800.000 euros y no puede pagar sus nóminas. ¿Quién atenderá a las 209 familias que reciben diariamente el servicio?
Pero esto solo es la punta del iceberg. La empresa que se encarga del bombeo y limpieza de alcantarillado, la concesión del transporte urbano, la limpieza y mantenimiento de colegios y dependencias municipales, el servicio de socorrismo de playas, la gestión del centro urban, los talleres deportivos o de mayores del centro Columbretes… la lista es inmensa… Hasta 16 grandes contratas, que no cobran porque tienen los contratos caducados y no se licitan.
Los castellonenses tienen un equipo de gobierno que no ve, que no escucha, que no siente. Que va a la suya, que no pisa la calle, y que solo se preocupa de imponer su programa electoral, pero no a resolver los problemas de los castellonenses. Un gobierno municipal que cada vez tiene más cargos a dedo y que nos cuesta dos millones de euros al año, pero que ha arrinconado a los vecinos en su escala de prioridades.
Un gobierno que nos cuesta mucho a los castellonenses, pero que aporta muy poco.