F. F.
Acabó el sueño del Villarreal. El equipo de Marcelino García Toral cayó con las botas puestas en las semifinales de la Europa League. Se ahogó en la orilla. Demasiado Liverpool para la escuadra vila-realense. Además, todo se torció a las primeras de cambio. A los siete minutos un autogol del capitán Bruno Soriano sirvió para cavar la fosa en Anfield. El 2-0 y la expulsión de Víctor Ruiz dejaron aquello en algo parecido a una misión imposible. Una de las claves llegó en la recta. Lallama puso la puntilla en el minuto 80. Mucho castigo para un equipo superado por el rival.
El Liverpool jugará la final de la Europa League 2016 contra el Sevilla, que este jueves se impuso por 3-1 al Shakhtar Donetsk. Ambos se verán las caras en la final de Basilea. Marcaron por los sevillanos Gameiro, por partida doble, y Mariano Ferreira. Por los ucranianos lo hizo Eduardo, que fue el 2-1. El Sánchez Pizjuán estuvo repleto de aficionados, con más de cuarenta mil seguidores.
El partido arrancó con la misma intensidad que en el partido de ida en El Madrigal. Los ‘reds’ llevaron la iniciativa, pero dos aproximaciones de los vila-relaneses sirvieron de aviso a los locales de las intenciones de los muchachos de Marcelino García Toral. El problema fue que a las primeras de cambio el partido se complicó. El gol en propia portería del capitán Bruno Soriano. Centró desde la izquierda Firmino y en el intento de despejar, desde el área pequeña, el de Artana rechazó sin querer al fondo de las mallas.
El Liverpool empezó comiéndose a un Villarreal al que le costaba contrarrestar el carácter. Se tenía que hacer la idea los de la Plana Baixa que le tenían que ganar algún duelo directo a los anfitriones. Lo intentó desde la frontal del área Mario Gaspar, pero blocó Mignolet. Era un nuevo aviso para el equipo de Jürgen Klopp.
Centro del campo para los ingleses
El Liverpool acumulaba muchos efectivos en el centro del campo y estos se veían muy presionados, por lo que la pérdida de balones era constante. Poca precisión. Los ingleses tocaban y tocaban, aguantaron más con el cuero en los pies. Iban de derecha a izquierda en busca de un balón suelto. Por momento era angustioso. Por momentos parecía que el equipo de Marcelino se recomponía.
El 1-0 guiaba al partido a la prórroga. A un encuentro largo y angustioso. Y con un lanzamiento de Cedric Bakambú en el último suspiro que atajó el portero local. Victoria del Liverpool en el primer tiempo y tablas en la eliminatoria al final de un primer acto de claro dominio local. Los 'reds', espoleados por Anfield, se adelantaron con un tanto de Bruno Soriano en propia puerta, pero el Villarreal sigue muy vivo de cara al segundo a pesar de lo sufrido en este primer tiempo.
Sin cambios en los dos equipos
No se modificaron los onces en el descanso. Saltaron los mismos y, de inicio, el partido empezó siendo un calco que la primera parte. Los locales tenían demasiado el balón. Acosaban. Arropados por las gradas de su campo, abusaron de la posesión del balón. Centros y córners fue la tónica de los primeros minutos.
Al cuarto de hora Marcelino optó por realizar el primer cambio. Estaba cantado porque Tomás Pina andaba muy perdido en el centro del campo. Su puesto lo ocupó el talaverano Manu Trigueros. El partido siguió bajo esos mismos parámetros del dominio de los ‘reds’. En el minuto 61 Sturridge se escurrió por la banda derecha, entró en el área y su lanzamiento lo rechazó Areola a saque de esquina. Se sacó a toda pastilla y el propio Sturridge remató a la red. Era el 2-0. Más complicado, pero bastaba un gol. El 2-1 metía al ‘Submarino’ en la final.
Mucha intensidad en los locales
A fe de ser sinceros, el 2-0 no era un resultado injusto. Los goles fueron dos churros, pero el dominio y la intensidad del fútbol desplegado por los ingleses contrarrestaron todo el querer y no poder del Villarreal. Poco después de encajar el segundo gol, Marcelino realizó el segundo cambio. Sacó al asturiano Adrián López, en estado de gracia en las últimas semanas, entró y Roberto Soldado se marchó al banquillo.
El cambio estuvo acompañado por la rigurosidad del colegiado húngaro que mostró la segunda cartulina amarilla al central catalán Víctor Ruiz. Se complicaron las cosas más de la cuenta. Todo estaba a favor de obra para los ingleses, pero en el minuto 77 el colegiado omitió un empujón como un piano de Alberto Moreno a Denis Suárez. Las quejas cayeron en saco roto.
La puntilla llegó a falta de diez minutos para el final. En otra jugada de rebotes, Lallama marcó desde el área pequeña. El 3-0 mató el partido. Mató al Villarreal. Fulminó el sueño de Basilea. El fútbol le sigue debiendo una al conjunto de la Plana Baixa. A ver cuándo se la devuelve.
FICHA TÉCNICA:
-3- LIVERPOOL: Mignolet, Clyne, Toure, Lovren, Moreno, Milner, Can, Lallana, Coutinho (Allen, min. 82), Firmino (Benteke, min. 88) y Sturridge (Lucas, min. 89).
-0- VILLARREAL: Areola, Mario, Musacchio, Víctor, Jaume Costa, Dos Santos (Bonera, min. 72), Tomás Pina (Manu Trigueros, min. 59), Bruno, Denis, Soldado (Adrián López, min. 68) y Bakambu.
GOLES: 1-0, min. 7: Bruno, en propia portería. 2-0, min. 62: Sturridge. 3-0, min. 80: Lallama.
ÁRBITRO: Viktor Kassai (Hungría). Amonestó al local Clyne; y al visitante Soldado. Expulsó al amarillo Víctor Ruiz (min. 70) por doble amarilla.
CAMPO: Anfield, lleno absoluto con 46.000 aficionados, de ellos 2.000 llegados desde la provincia de Castelló.