El consumo de tabaco perjudica seriamente la salud. Aquellos que formamos parte del sistema sanitario no nos cansamos de recordarlo. Como si de un mantra se tratara, intentamos alertar de los efectos nocivos que este producto genera en la salud de las personas con el fin de prevenir su consumo. A pesar de estos esfuerzos, la realidad es que el 16,4% de las mujeres y el 23,3% de los hombres en España fumaban a diario en 2020, según recogían los datos de la última Encuesta Europea de Salud realizada en España.
Aunque estas cifras siguen llamando la atención, también es cierto que afortunadamente parece que la tendencia de consumo a nivel global está descendiendo. Tanto es así, que los cálculos que estima la OMS apuntan que para 2025 habrá 1.270 millones de consumidores de tabaco en el mundo, una cifra afortunadamente inferior a los 1.300 millones de consumidores de tabaco que había en 2021 o los 1.320 millones que había en 2015.
El 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, y desde la Sociedad Valenciana de Reumatología aprovechamos esta conmemoración para sumarnos a ella poniendo el foco de atención, a través de este artículo, en que el consumo de tabaco también influye negativamente en las enfermedades reumáticas. De hecho, las personas deberían ser plenamente conscientes de que consumir tabaco aumenta el riesgo de sufrir algunas enfermedades reumáticas y autoinmunes sistémicas, además de otro tipo de patologías que van más allá de la especialidad de reumatología.
El lupus eritematoso sistémico, la osteoporosis, la artritis reumatoide... por citar solo algunos ejemplos, son enfermedades reumáticas que pueden verse agravadas por el tabaco. Pero con su consumo no solo aumenta el riesgo de padecer estas enfermedades, sino que además se potencia el agravamiento de los síntomas de otras patologías reumáticas, como puede ser la fibromialgia, o incluso puede favorecer la evolución de los síntomas.
Ante esta realidad, solo cabe la cautela y la prevención. La prevención en este caso, como en otros tantos, es vital cuando hablamos del cuidado del bienestar y de la salud de las personas. Si evitamos el consumo del tabaco, si lo prevenimos, eliminaremos los efectos nocivos que generará en el organismo. La prevención supone, por tanto, esa primera barrera que tenemos a nuestro alcance para no caer en un hábito dañino, como es el consumo de tabaco, que acabará por deteriorar nuestra salud.
El tabaco, y sus malos humanos, hay que apartarlos y alejarlos todo lo posible de nuestra sociedad, y especialmente de nuestra salud. Por esta razón, desde la Sociedad Valenciana de Reumatología, seguiremos defendiendo y promocionando la adopción de hábitos saludables como una vía útil, efectiva y eficaz como parte del tratamiento complementario que deben seguir los pacientes con enfermedades reumáticas. Y es que ya lo dice el dicho: "toda piedra hace pared", por eso es tan importante cuidar los hábitos que tenemos e
