También se transforman terrenos de secano en regadío en zonas de policía del rio
El rio Sénia se encuentra en una situación preocupante por vertidos de inertes y residuos sólidos, en alguno de sus tramos, además de verse afectado por transformaciones de cultivos de secano a regadío. Así lo ha denunciado la Asociación de Protección de la Naturaleza Levantina-Ecologistas en Acción (APNAL-EA) de Vinaròs.
El colectivo ecologista realizó este pasado fin de semana una ruta interpretativa/educativa para apreciar la riqueza de este rio, que delimita la Comunidad Valenciana y Cataluña, destacando la fauna y flora existentes en su cauces y alrededores, además de su patrimonio arquitectónico.
La ruta se centró en el tramo del río Sénia que va desde las carrascas monumentales de Les Planes, pasando por el Molí Noguera y la zona de los estrechos junto al puente de Caixetes, para acabar en el propio Molí de Caixetes, ambos en el término municipal de Vinaròs.
Situación preocupante
Durante esta ruta se constato la actual situación de este tramo del río Sénia, “la cual es preocupante ya que está seriamente afectado por recurrentes vertidos de inertes y residuos sólidos, y grandes transformaciones de cultivos de secano a regadío, que han alterado, en muchas zonas, su cauce y zonas de policía sin que las administraciones paralicen, sancionen y eviten este tipo de actuaciones que alteran nuestros últimos reductos de estos valiosos entornos naturales”.
La zona de policía es la constituida por una franja lateral de cien metros de anchura a cada lado del rio, contados a partir de la línea que delimita el cauce, en las que se condiciona el uso del suelo y las actividades que se desarrollen en dicho suelo.
El grupo ecologista apunta que a pesar de ello en sus riberas y su vegetación sigue sobreviviendo una importante biodiversidad, donde abundan los reptiles, aves, mamíferos diversos que encuentran allí zonas de cobijo, cría y alimentación.
Patrimonio arquitectónico
Asimismo, desde APNAL-EA se recuerda “la importancia que tuvo su cauce a tenor de los numerosos vestigios de actividades humanas relacionadas con el agua, como son los molinos de Noguera, propiedad del Ayuntamiento de Vinaròs desde hace 20 años y en el que se han realizado algunas actividades de restauración, y de Caixetes, hoy en día en muy mal estado de conservación. Ambos dedicados, hasta principios del siglo XIX, a la molienda de cereales gracias al movimiento de sus piedras de molino accionadas por las aguas del río”.
Entre su arbolado destacan las carrascas monumentales centenarias y protegidas de Les Planes con más de tres metros de perímetro y la higuera del Molí de Noguera.
Todo este arbolado actualmente goza de la protección tanto de la Ley 4/2006, de 19 de mayo, de la Generalitat Valenciana, de Patrimonio Arbóreo Monumental de la Comunitat Valenciana, como del Catálogo de Arbolado de Interés Local del Ayuntamiento de Vinaròs.
