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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

Aprobada la moción LGTBI y rechazada la petición para alargar las subvenciones vecinales de Castelló

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Los políticos de Castelló rebajan el tono pero mantienen las formas y rechazan las mociones de la oposición

El pleno del Ayuntamiento ha sacado adelante con un solo voto en contra (VOX) y tres abstenciones (CS), la moción LGTBI+, presentada por el equipo de Gobierno, tras un rifa-rafe frontal entre Verónica Ruiz y Luciano Ferrer. Los políticos de Castelló han rebajado el tono, pero no han cambiado los resultados. Garcia decía a Carrasco: “Esta vez lo han hecho bien”, pero les han votado en contra sus tres mociones, entre ellas la petición para alargar la justificación de subvenciones de los vecinos.

Esperanza Molina/Castellón Información

Pleno Castellón 250620 8

El pleno ordinario del mes de junio del Ayuntamiento de Castelló alcanzó su punto más tenso en la presentación y defensa de la moción presentada por los tres partidos del equipo de Fadrell, en defensa y respeto de los colectivos LGTBI+, que contempla la diversidad sexual y la celebración especial del 28 de julio, como día que los representa.

La cosa venía calentita desde el pasado lunes. Y es que el equipo de Fadrell presentaba una moción, la que llegaba a pleno, pero también una Declaración Institucional para elevar su demanda a otras instituciones. Pero la declaración no salió adelante porque hubo un partido que la votó en contra, VOX.

Con este antecedente, cuando llegó el momento de debatirla la concejal Verònica Ruiz, en representación del equipo de Gobierno, puso todo el énfasis en la moción, en la que se pide también un Plan por la Diversidad Sexual y la creación de una plataforma cívica por esta diversidad, al tiempo que recordaba, con cierto escozor, la 'declaración vetada por la ultraderecha' y se refería con desprecio a las declaraciones realizadas en numerosas ocasiones por Abascal, líder de VOX.

Solo Luciano Ferrer, concejal de VOX aludido por la acusación, entró al debate. Ferrer leyó varios artículos de la declaración de Derechos humanos o de la Constitución Española, en la que se proclama que todos los ciudadanos son iguales. Ferrer defendió el sentido de la igualdad y acusó a la izquierda de utilizar la diversidad sexual como discurso político. Habló de la igualdad y el respeto como principio fundamental hacia todas las personas, pero rechazó las que llamó leyes discriminatorias creadas por una izquierda que solo pretende crear un discurso único. En la misma línea, tiró en cara de los partidos de izquierda, que se llenen la boca con estos conceptos de diversidad sexual pero se pongan de perfil ante las dictaduras de países como Cuba o las restricciones a la mujer de los países árabes.

En su réplica, Ruiz acusó a Luciano Ferrer de utilizar un lenguaje injusto y discriminatorio y afirmó que “su discurso recuerda mucho a la antigua Alemania nazi”.

Y Ferrer simplemente se reafirmó en lo dicho, la igualdad, para indicar que Ruiz "no escucha e interpreta solo lo que quiere".

Fueron momentos duros, en los que el resto de la Corporación, si hubiera estado en el salón de plenos, hubiera seguido el diálogo como en un partido de tenis, mirando hacia uno u otro interlocutor. Nadie más se mojó en el debate.

Votada la moción, salió adelante con los votos de PSOE, Compromís, Podem y PP. CS se abstuvo y VOX votó en contra.

En explicación de voto, Esteban Ventura, de Ciudadanos, alegó que estaban de acuerdo en el fondo pero no en las formas, ya que el respeto y la igualdad deben aplicarse a todas las personas, y no solo a aquellas con diversidad sexual.

Sergio Toledo, por el Partido Popular, defendió su voto a favor en una moción que era puramente cosmética. En este sentido indicó que esta lucha no debe ser solo de gestos de cara al exterior sino de alternativas reales más allá de un banco pintado o una pancarta colgada del balcón.

“Lo han hecho muy bien” pero les votaron en contra las dos mociones

Dejando aparte el debate de esa moción aprobada, lo cierto es que el pleno de junio puso de manifiesto un cierto cambio en los tonos de los políticos. Al menos, en apariencia, una rebaja de a la agresividad verbal que luego no se tradujo en nada más, porque las mociones del PP fueron votadas en contra, para variar. Pero eso si, con una oferta de diálogo que, posiblemente, si en algún momento se produjera podría ser positiva para la entidad municipal.

Rechazada la moción contra los mosquitos que todos comparten

La primera moción del PP, la misma que este grupo llevó con éxito a Diputación, se centraba en la necesidad de hacer frente a las plagas de los mosquitos.

Fue defendida por Begoña Carrasco que aludió al riesgo sanitario, pero también las molestias que producen en los vecinos y el impacto negativo en cuanto al turismo.

Le respondió, por parte del equipo de Gobierno, Ignasi Garcia. La gracia del invento es que Garcia elogió el trabajo realizado por el PP, porque habían presentado bien su moción, no carecían de razón en el problema… pero el equipo de Gobierno la iba a votar en contra. Y sonó a burla o a recochineo.

Las razones para no votarla, es que la moción pedía la coordinación con Diputación y la Generalitat y eso ya se hace… aunque, añadió García, tenían el convencimiento de que un diálogo entre el gobierno y la oposición mejoraría las alternativas…

Begoña Carrasco se sintió burlada…

¿Diálogo? dijo, “si precisamente el Ayuntamiento de Castellón es uno de los pocos donde no se ha creado una Mesa de Diálogo… “Dos no riñen si uno no quiere… pero dos no llegan a un acuerdo si una de las partes no quiere y ustedes no quieren”. La portavoz del PP calificó de ‘rodillo’ el gobierno de Fadrell y recordó cómo, de forma sistemática, se rechaza todo cuanto proponen y sus intentos de colaboración.

Los tres partidos de Fadrell rechazaron la moción, que solo fue apoyada por la oposición.

“Las redes clientelares de los vecinos”

Pero la segunda en la frente llegaba poco después. El Partido Popular había pedido una modificación de las bases reguladoras de la concesión de subvenciones a las asociaciones de vecinos, para que estos no perdieran estas ayudas.

La explicación que ofreció Vicent Sales tenía una lógica aplastante. Anualmente, en el mes de julio, el ayuntamiento saca las bases para que las asociaciones puedan solicitar subvenciones con las que realizar actividades. Esas ayudas deben ser justificadas con facturas e informes antes del 30 de junio del año siguiente.

Lo que ha ocurrido en este caso, es que hay asociaciones que guardan parte o el total de esas subvenciones para poder organizar actividades que se desarrollan durante el primer semestre del año. Sin embargo, en esta ocasión la pandemia del Covid ha paralizado absolutamente todo cuanto estaba programado durante la pasada primavera. De esta forma, las asociaciones no pueden justificar las subvenciones y las pierden en un momento en el que unos y otros programaban ahora las actividades suspendidas para reactivar las áreas vecinales.

La situación que se le plantea a muchas de estas asociaciones es que perderán las subvenciones a actividades que no han podido desarrollar, pero tampoco tendrán ese dinero para poderlas celebrar levantado el estado de alarma

Ante esa circunstancia el PP pedía que se permitiera justificar esas subvenciones por lo menos hasta el mes de julio, o que se incrementara la cantidad de las nuevas subvenciones que van a salir en julio.

Pero ninguno de los argumentos sirvió para que el equipo de Gobierno cediera. Francesc Mezquita señaló que no, que muchas otras asociaciones culturales si habían podido justificar y saldrían malparados con el aplazamiento. Que la Junta de Gobierno ya había planteado la apertura de una nueva oferta de subvenciones a partir de julio, y que estaba sobre la mesa el cambio del modelo de concesión.

Y como Sales aprovechara para echar en cara de los de Compromís, sus sucesivos enfrentamientos con el tejido vecinal, Mezquina no le quitó la razón y calificó estas asociaciones como de una red clientelar con la que ellos no están de acuerdo.

En resumen, se rechazó también esta moción con los votos del equipo de Gobierno y el pataleo de la oposición. En explicación de voto, tanto Ferrer de Vox, como Vidal, de CS, protestaron una decisión ante una demanda “que era de justicia”, y señalaban que en situaciones excepcionales el ayuntamiento también debería responder con la misma excepcionalidad, sin mirar de reojo a los ciudadanos.

La tercera moción del PP no llegó a debatirse porque los populares la rechazaron en el último momento.

Se trataba de una petición para conceder bonos a los ciudadanos para comprar y apoyar al pequeño comercio.

Según Carrasco, su grupo había tomado esta determinación después de conocer que el equipo de Gobierno había planteado una moción sustitutoria. Con los votos en su mano, hubiera salido adelante la moción de Fadrell y la suya ni siquiera se hubiera valorado, por lo que la presentarán más adelante como propuesta.

Plaga de gusanos en la zona oeste

En Ruegos y Preguntas, Ciudadanos preguntó por la plaga de gusanos que invade la zona oeste del término municipal, fundamentalmente en zonas periféricas.

Ignasi Garcia reconoció la situación y se refirió a los planteamientos para transformar los solares abandonados en áreas que pudieran estar saneadas y ser aprovechadas por la población.

La Residencia de Tercera Edad que no llega nunca

Alejandro Marín-Buck (Ciudadanos)  preguntó por la Residencia de Tercera Edad prometida entre la consellera Oltra y la alcaldesa Marco, que se ha convertido en un círculo cerrado sin salida. El Ayuntamiento no cede los terrenos hasta que Conselleria licite la obra y Conselleria no licita la obra hasta que el Ayuntamiento le ceda los terrenos. Cinco años perdidos.

José Luis López se comprometió a responder por escrito.

Marín-Buck: el Fadrell de los incumplimientos

Posteriormente, Marín-Buck (Ciudadanos) recordó que se cumple un año de la firma del Acuerdo de Fadrell, pero enumeró los numerosos incumplimientos de los puntos de aquel acuerdo. Por toda respuesta, la alcaldesa le recordó que el equipo de Gobierno gobernaba con los votos de los ciudadanos: “dejemos el poder del pueblo en manos del pueblo”.

Pérdida de la bandera azul del Serradal

Carrasco preguntó por la pérdida de la bandera azul del Serradal. Aquí respondió Fernando Navarro, quien reconoció que las aguas son buenas pero no excelentes y reconoció que pudo haber vertidos incontrolados.

¿El Mercado del lunes abrirá todos los días del año?

María España (PP) utilizó la ironía para recodar que su grupo había preguntado al equipo de Gobierno por el Mercado del Lunes y su situación. “Ya no hace falta que nos contesten, lo hemos leído en la prensa”. Pero aquí la alcaldesa apuntó con escopeta para señalar, que el empastre fue del PP con el proyecto de privatización de un mercado que ha costado al ayuntamiento los dos millones de euros que alcanzó la deuda para su recuperación. En este sentido, Amparo Marco indicó que el objetivo es que ese mercado pueda abrir todos los días del año como elemento dinamizador.

El Banco de Alimentos, pendiente de los presupuestos

La última pregunta fue de Susana Fabregat (PP) relativa al Banco de Alimentos, que todavía no ha cobrado la subvención municipal y no puede pagar el alquiler.

Respondió José Luis López. Primero reconoció que la falta de presupuestos había afectado al pago de ese compromiso. Pero después atacó. Indicó que la ayuda subirá de 20.000 a 30.000 euros, y recordó que, con el PP, el Banco de Alimentos estaba en un local insalubre.