Alejandro Marín-Buck. Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castelló.
En el Fadrell nadie habla, nadie contesta públicamente. Que... Luego todo se sabe y se sabe igual.
Mientras Valencia ya tiene fecha para celebrar las Fallas para cerrar el ciclo fallero, dos ejercicios, el del 20 y el del 21 ininterrumpidos por la pandemia, aquí en Castellón, no contemplan más que celebrar la fiesta fundacional el 8 de septiembre, con someros actos que no ayudarán lo más mínimo a reactivar el mundo de la fiesta, y mucho menos la maltrecha economía que depende de ellas, como son la pirotecnia, indumentaria tradicional, peluquerías, hostelería...
Mientras en Valencia confían en que Sánchez cumpla con su promesa de alcanzar el 70% de la población vacunada para el final de agosto, aquí su partido que nos gobierna, duda de que para entonces se alcance la inmunidad de rebaño, y por lo tanto se permita realizar celebraciones con grandes aforos para ir comenzando a retomar la normalidad.
Según las previsiones, en junio llegarán a Castellón 36.000 dosis de Pfizer, pero teniendo en cuenta que al inicio de la vacunación, se desviaron casi 4.000 dosis de Castellón a Alicante sin que las autoridades hayan hecho nada por reclamar lo que nos pertenece, es lógico que ahora duden de las promesas y lo que es peor, que no les importe que suceda, porque tampoco se inmutan en poner remedio.
Es cierto que hay que ser prudente con la situación sociosanitaria, pero los los buenos gobernantes no pueden jugárselo todo a una carta y menos en una situación como la actual, en la que llevamos más de un año de realidad cambiante. Los gestores deben trabajar con planes alternativos por si falla lo previsto.
La semana pasada el Botànic rectificaba en las fiestas de los pueblos y autorizaba la celebración de las mismas para este verano con todas las medidas de seguridad, claro que sí. Deben ser unas fiestas Covid-19. Esta semana hemos conocido el primer artista para el festival SOM Castelló el próximo julio. Pues si todo esto es posible por qué no poner fecha para las fiestas pendientes de nuestra ciudad?
Sería deseable, que se barajara la posibilidad de realizar el próximo septiembre una fiesta, como en Valencia, para cerrar un ciclo. Para dar a la sociedad un cierto respiro de normalidad y sobre todo estimular la economía local, siempre y cuando la pandemia y las vacunas lo permitan. Lo que no puede ser, es que hoy los dirigentes se nieguen porque es la decisión más fácil, porque dudar de que todo vaya bien con los precedentes que tenemos... porque organizar unas fiestas Covid-19 necesita del consenso del Món Fester y tampoco es fácil para quien nos gobierna que prefiere la imposición al diálogo...
Pero nadie dijo que gobernar fuera fácil y menos en situaciones de crisis.
Finalmente, todo dependerá del gobierno central y municipal, primero si Sánchez cumple con su plan de vacunación, y si Marco prepara una alternativa de festividad acorde con la situación del momento. Aunque me gustaría ser optimista, lamentablemente en estos años nos han defraudado demasiadas veces.
