Begoña Carrasco. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón
A buenas horas se pone el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castellón a defender la necesidad de que el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de la capital de la Plana, y que da servicio a toda la provincia ante una emergencia, se traslade y centralice en Valencia.
Llevamos meses alertando del riesgo de desmantelamiento de este servicio esencial, cuya base de operaciones está situada en el Hospital La Magdalena de Castellón, y que solo en el año 2020 prestó más de 90.000 servicios. Y el tripartito que dirige el Ayuntamiento y que preside la socialista Amparo Marco, prefirió hacer como el cuento de ‘Pedro y el Lobo’. Sale ahora haciéndose la ofendida para solicitar a su compañero de filas, Ximo Puig, que no lo cierre.
¿Un poco tarde, no? Tarde… y desde luego, mal, muy mal. Porque A pesar de las advertencias, resulta que la decisión de que el CICU de Castellón bajara la persiana se aprobó formalmente por el pleno del Consell el pasado 20 de agosto. Desde entonces, todos se han posicionado en contra de esta medida, empezando por el Colegio de Médicos, siguiendo por los profesionales sanitarios, y los sindicatos y representantes de los trabajadores. También nuestro partido se posicionó en contra y promovió una iniciativa plenaria que además contó con el apoyo de todos los grupos. Nuestro posicionamiento entonces, y ahora, siempre ha sido el mismo: No al cierre del CICU.
Amparo Marco ha tardado tres meses en abrir la boca, en una demostración más de que es más socialista que alcaldesa de Castellón. Normal, cuando últimamente la vemos tan preocupada en asumir cargos en organismos institucionales y órganos del PSOE en Madrid y muy poco ocupada en la ciudad de la que tiene la responsabilidad de dirigir.
¿Y por qué ahora? Pues muy fácil. Por tacticismo político. Por estrategia electoral. La división interna de los tres (supuestos) socios de PSOE, Compromís y Podemos ha llegado a tal nivel que los integrantes de los tres grupos están todo el día mata que te mataré por cualquier asunto. Así que nacionalistas y asamblearios han visto el resquicio para elevar el tono de sus críticas al cierre del CICU, ya que Sanidad es un área que en la Generalitat la dirigen los socialistas. Así que Amparo Marco no ha salido por convencimiento propio, sino empujada por no quedarse sola en el silencio atronador que afea el cierre del servicio de emergencias.
Los castellonenses son más que números. Merecen servicios de calidad que atiendan cada una de las demandas y que sean eficientes y eficaces. Lo de ahora de PSOE, Compromís y Podemos, llega tarde, por desgracia demasiado tarde. Una y mil veces, no al cierre del CICU de Castellón.