Begoña Carrasco. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón
Cuando se habla de empatía, se alude a la capacidad que permite a un individuo ponerse en la situación emocional de otro. Otro que, en el caso de nuestra ciudad, afronta la peor crisis sanitaria, social y económica de su historia que, solo en la capital, ya ha dejado a cerca de 16.000 personas sin empleo.
Frente a esta realidad, la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, ha optado esta semana por ejecutar el cobro íntegro de todos los impuestos al grueso de los castellonenses, sin aplicar rebajas fiscales o arbitrar medidas tributarias especiales para quienes peor lo están pasando estos meses. Y justo cuando está en ciernes una nueva subida de los tributos municipales para 2021.
Mientras Marco presume de ahorro fiscal, se da la paradoja de que ella y su equipo siguen dejando perder ayudas por su falta de gestión, tal y como ha ocurrido estos días con los 3.000 euros que han dejado de perder al no solicitar la subvención por parte de la Diputación para contribuir a la preservación de los parajes naturales de la ciudad. Una cantidad que, aunque simbólica, no deja de ser representativa de la manera de gobernar de un equipo de concejales, el de Marco, que deja escapar ayudas mientras llena sus arcas a base de impuestos, y sus bolsillos a base de incrementarse un 50% de su sueldo.
Un ahogo tributario al que también se suma la falta de oportunidades para las industrias, que cada día encuentran más trabas para invertir en nuestra ciudad justo cuando es más necesario y mientras vemos cómo municipios vecinos, que sí están haciendo los deberes como toca, consiguen proyectos e inversiones de especial calado.
Ya lo dijimos en el último pleno y lo hemos ratificado ahora con las propuestas que hemos elevado en el periodo de alegaciones a unas ordenanzas fiscales que, no solo no reducen impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI), que afectan al grueso de las familias, sino que prevén incrementar para el próximo año al 1% la tasa de vehículos o el Impuesto de Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICE) para las empresas del Puerto.(También las cafeterías)
En estos momentos de crisis, el Ayuntamiento de Castellón no necesita incrementar la recaudación municipal vía impuestos, sino todo lo contrario. Necesita favorecer la liquidez de las familias. Unas familias castellonenses que necesitan menos impuestos y más empatía por parte de quienes se jactan de gobernarles.
