Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón
35 millones. Ni más ni menos que 35 millones de euros es la cantidad de dinero que el Ayuntamiento de Castellón ha recaudado, pero que les han sobrado porque no han sido capaces de hacer todo lo que han prometido en el pasado año 2020. En el peor momento de la crisis sanitaria y económica de esta ciudad, el equipo de gobierno de PSOE, Compromís y Podemos han seguido exprimiendo a los castellonenses.
No es la primera vez que venimos denunciando que los partidos de la izquierda hacen poco, muy poco, por nosotros. Desde el primer día del año, los castellonenses de esta ciudad están cumpliendo con sus obligaciones fiscales, que no son pocas. Sin embargo, ese dinero que sale del bolsillo de todos los vecinos, luego no se les devuelve en forma de servicios e inversiones.
Desde el Partido Popular reclamamos una bajada de impuestos para la ciudad de Castellón. Y más en el actual contexto. El PP de la capital de la Plana hemos propuesto una bajada selectiva de impuestos para ayudar a las familias, los autónomos y las pymes. Un total de 7,5 millones de euros. Pero nada de nada. El tripartito de izquierdas está instalado en el “no es no”. Y sigue exprimiendo a los ciudadanos, aunque les sobren los millones.
Tenemos un gobierno municipal que no hace ni deja hacer. A 5 de febrero, en medio de una epidemia y una crisis económica sin precedentes, no hay ni una sola ayuda económica activa para auxiliar a quienes peor lo están pasando. ¡¡¡Pero si no tenemos ni presupuesto porque no se ponen de acuerdo!!! Sin embargo, ni siquiera bajan los impuestos, para que las familias y las pymes puedan respirar más aliviados.
Los 35 millones de euros sobrantes de un presupuesto de 180 millones de euros presupuestados en 2020 suponen un margen más que suficiente para que se hubieran bajado los impuestos a los castellonenses en plena pandemia. O se hubieran podido conceder 10.000 euros a 3.500 negocios de los sectores más afectados por pandemia, como la hostelería y el comercio. O se hubieran podido repartir 50 millones de mascarillas FPP2 a los vecinos o hacer 11 millones de test de antígenos.
Posibilidades hay muchísimas. Pero todas requieren trabajo y responsabilidad, justo los dos valores de los que más carecen un equipo de gobierno que cobra más que nunca, pero que ofrece los peores resultados.
A la vista de los mismos, y de la desaparición pública de la alcaldesa, solo me queda preguntar: ¿¿¿hay alguien ahí????
