Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón. Presidenta del PP de Castelló de la Plana
Si yo fuera la alcaldesa, en plena pandemia, hubiera puesto el presupuesto municipal al servicio de las familias castellonenses, en lugar de estar solo al servicio de los intereses políticos de los partidos que gobiernan.
Lo primero que hubiera hecho es bajar impuestos, porque el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los castellonenses. El PP hemos elaborado un plan que permitiría reducir los tributos de Castellón en más de 9 millones de euros, porque ahora mismo las familias lo están pasando mal, como también las pymes y los autónomos.
Y lo segundo, y esto sí lo hemos materializado, hemos presentado hasta 17 enmiendas al presupuesto de 2022 por valor de 7.461.171,95 euros, cambiando el destino de un dinero que ahora mismo nos parece inadecuado o poco prioritario. Este es el caso de la reforma de la avenida Lidón, un proyecto que nadie ha pedido, que nadie quiere y cuya ejecución va a tener unas consecuencias muy negativas no solo en los vecinos y comercios de la zona, sino en el conjunto de nuestra capital, al cerrar al tráfico rodado una arteria que da acceso al centro o que es una vía de salida hacia la Marjaleria o el mar. Ni más ni menos que 3,3 millones nos va a costar a todos los castellonenses la obra.
Hasta 12 propuestas vecinales podrían ser desbloqueadas solo con ese dinero, como la remodelación de la plaza Ronda Vinatea o actuaciones para evitar inundaciones en puntos clave, como la famosa rotonda de la Avenida Valencia. También se podría reforzar la limpieza viaria, que es una petición común de todos los barrios, o la limpieza de solares, tan necesaria, y otra partida para limpiar cauces y barrancos. Con el dinero de Lledó también se podría acometer la mejora del alcantarillado de los barrios periféricos, la rehabilitación de los mercados municipales, o dotar de un retén de Policía Local al grupo Perpetuo Socorro, y de un retén de Bomberos al Grau. La rehabilitación del almacén de Gaiatas, el control de excrementos de mascotas e incluso tendríamos dinero para el proyecto de desdoblamiento de la carretera de Alcora. Además, también proponemos un plan de empleo efectivo o la implantación de más bonos comerciales para dinamizar el tejido comercial de nuestra ciudad, que se muere, así como ayudas directas a las pymes y autónomos que tantas dificultades están teniendo para levantar la persiana.
Todo son peticiones vecinales que el gobierno de PSOE, Compromís y Podemos que preside Amparo Marco lleva ninguneando año tras año. Como también ocurre con el servicio de enfermera escolar, para el que también reservamos dinero en nuestras enmiendas, ahora que ha empezado la vacunación infantil.
Eso sí es ayudar a los castellonenses, y eso sí es atender las soluciones reales que necesitan. No es momento para caprichos ni para el despilfarro en obras que nadie ha pedido. Aun así, la alcaldesa ya ha aprobado el proyecto y las máquinas van a entrar en pocos días… Para eso sí se han dado mucha prisa… Cuestión de prioridades.
