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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 19:57

La segunda ola

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Jorge Fuentes. Embajador de España.

Cuando el estado de alarma de primavera empezaba a declinar, nos hacíamos la ilusión de que, con la llegada del verano y el calor, el virus desaparecería y deberíamos tan solo preocuparnos por el hipotético rebrote de la pandemia que temíamos podría llegar en otoño.

Todos los cálculos fallaron una vez más. La segunda ola llegó tan pronto como acabó el confinamiento y en especial cuando el gobierno central se desentendió del asunto, cedió los trastos a las autonomías y concentró sus esfuerzos en pasar la boina a los países que habían gestionado mejor la crisis, los mal llamados "frugales", que cada ve miran al Sur con mayor desconfianza.

Lo peor para nosotros es que ese Sur se está encogiendo y que de aquellos legendarios cinco PIIGS (Portugal, Italy, Ireland, Greece, Spain), apenas quedamos uno o dos, el resto ha conseguido recuperarse. Por supuesto lo hizo Irlanda que tras ser rescatada, supo equilibrar sus cuentas muy eficazmente. También lo hicieron Portugal y Grecia, que por añadidura, gestionaron la pandemia admirablemente, con el resultado que van a ser destinatarios de los escasos turistas que se atrevan a viajar.

Incluso Italia está saliendo eficazmente de su horrible crisis, pese a haber sido ella quien la importó de China y lo expandió por toda Europa, principalmente por España. Italia está recibiendo la segunda ola de forma muy mitigada.
De forma que los PIIGS, están quedando reducidos a los SI (Spain, Italy) que se han llevado casi la mitad de los fondos de recuperación movilizados por la Unión Europea y ahora estamos mendigando turistas a cualquier precio.

Si los cálculos actuales nos dan alrededor de 300 brotes distribuidos por todo el país, con una media de diez contagios por brote, España se sitúa bastante peor que los restantes destinos turísticos de Europa.

Varios países tales como Reino Unido, Bélgica, Francia, Noruega por ahora, están desaconsejando viajar a España e incluso exigen efectuar una cuarentena al regresar a sus territorios desde el nuestro. Nuestras autoridades están dando señales contradictorias. Mientras las Ministras de Exteriores y de Turismo ruegan que Canarias y Baleares queden fuera de la prohibición, el "doctor Simón" se frota las manos diciendo que cuanto menos ingleses vengan, menos contagios tendremos. Creo que el gremio hostelero le está proponiendo para una condecoración.

Cada país intenta proteger la seguridad y la salud de sus ciudadanos de la forma mas eficaz posible. En nuestro Ministerio de Exteriores existe un departamento que confecciona y actualiza una lista de destinos a los que desaconseja viajar. Esta vez nos ha tocado a nosotros estar en listas ajenas. Va a ser fatal para nuestra economía, pero no debe sorprendernos vistos los números y el cierto desorden que refleja nuestro gobierno.

Normalmente se incluye en esas "listas negras", a países enteros. No suele entrarse en detalles del tipo "Alicante si, Murcia no". Bastante hace Francia que solo ha desaconsejado viajar a Cataluña.

Se acercan tiempos difíciles. La campaña turística esta casi perdida. Habrá que salvar lo salvable con el visitante nacional, con los pocos foráneos que lleguen procurando con las donaciones europeas, mantener el sector (hoteles, restaurantes, cafeterías, lugares de ocio etc) para que puedan resistir hasta que llegue la vacuna.

Enfrentamos una crisis gravísima, sin precedentes, y lo hacemos con un gobierno de coalición mediocre, preocupado por Corina, Dina, Gibraltar y algunas otras serpientes de verano. Veremos cómo salimos de ésta.