Luis Andrés Cisneros
La frase que da título a este artículo fue pronunciada por el nefasto presidente de España en el mes de septiembre del año 2007. En esa época, el señor, que renegaba del apellido de su padre, Rodríguez, algo de lo que no explicó nunca jamás la razón, cuando el país se encontraba cayendo en la grave crisis económica de aquella época. En fin, el tal Rodríguez, mentía como buen socialista ya que tenía que hacer el honor al lema más falso de la historia política española: ‘PSOE, 100 años de honradez’.
Y, a lo que parece, el Doctor Fraude, sentado cómodamente en el trono de ‘La Moncloa’, se ha empeñado en ser más mentiroso, más ladino, más miserable y más virulento, que su compañero. Tiene al país y a los españoles en la ruina más absoluta, negándoles lo más básico para una subsistencia mínima, pero haciendo subir hasta cotas criminales los gastos innecesarios.
Son innumerables los gastos que dilapidan, pero sobre todo, hay unos que son sangrantes; y son aquellos en los que, además, hay organizaciones criminales beneficiándose de ellos. Me estoy refiriendo a los que trafican con el los seres humanos.
Pero, para estos sátrapas, todo vale, sólo les importan las personas cuando pueden suponer un voto en una urna; lo que tengan que pagar les importa un bledo, ya que, como muy bien dijo la vice ministra Calva (hay que respetar el lenguaje inclusivo), “el dinero público no es de nadie”.
Como claro ejemplo tenemos el caso de los llamados MENAS (Menores no acompañados) que, en España, se calcula que estarán en torno a quince mil, aunque no se sabe el número con exactitud, y de los cuales vamos a tratar en este artículo,
Según el Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, cada menor nos cuesta a los españoles (ignoro si a los políticos también). La nada desdeñable cifra de 7.200 euros al mes. En esta cifra están incluidos los 50€/mes que reciben del Estado, más la parte proporcional de lo que suponen los dispendios, los locales donde son alojados, personal para atenderlos y otras bagatelas más que dadivosamente les damos.
No hay constancia de que ninguno de ellos estén alojados en el complejo de La Moncloa, ni en el Marquesado de Galapagar, ni en ninguno de los domicilios de los políticos defensores de los menores marroquíes. Ni siquiera se le ha ocurrido a Echenique contratar, eso sí en negro (o habría que llamarlo en color para no ofender) a alguno de ellos como asistente. Le resultaría muy fácil hacerlo ya que tiene experiencia en delinquir en este apartado.
Mientras tanto, los trabajadores españoles, a los que siempre han dicho defender estos izquierdistas y globalistas, viendo como los empujan a la ruina. ¡¡Demencial!!.
Pero claro, con estos defensores del Proletariado, siempre debes esperarte algo más; y ese algo más es la inseguridad y los actos vandálicos y criminales que cometen estos ‘inocentes niños’; por cierto tienen madre adoptada, la comunista Teresa Rodríguez, que se ha cansado de decir que “son mis niños”. No es de extrañar que los considere propios ya que, hace lo mismo que hacen sus madres biológicas.
En Melilla es de curso corriente que padres y madres marroquíes crucen la frontera con sus hijos y los abandonen en la ciudad española, indicándoles dónde se encuentran los Centros de Acogida y con instrucciones muy claras de qué es lo que deben hacer y decir,
Los dejan sin documentación alguna y aleccionándolos sobre lo que deben decir, no sea cosa que se los devuelvan a casa, como por ejemplo que son huérfanos e incluso que no saben en qué país han nacido. Las madres saben que les espera un futuro prometedor, ya que los políticos progresistas los acogerán en sus domicilios particulares y les darán una vida digna de un jeque árabe o de un Iceta cualquiera, saben que no tienen ni que estudiar, no sirve para nada, ¿verdad Miguel?
Pero claro, donde hay negocio aparecen las mafias ya hay bandas que cobran a las familias por hacer el traslado de los niños que, por cierto, no hace falta que sean menores, ya que, al carecer de documentación, es complicado saber la edad exacta. Pero, en fin, aquí está la opulenta España que no tiene dinero para los suyos pero si para los que entran ilegalmente.
Saben que una vez llegan a Melilla, la entrada en la península es pan comido y, desde su llegada a cualquier ciudad española, estarán alimentados, con sitio para dormir, con vestimenta adecuada, incluso con teléfono móvil y que podrán campar a sus anchas, delinquiendo y violando, cómo ha ocurrido en varias ocasiones, con el beneplácito de los tentáculos feministas del Ministerio de Igual Da, o la pasividad del amigo de Lola Delgado que, a lo mejor, está tomando hamburguesas en el barrio de Chueca.
A todo esto, el rey de Marruecos, sigue disfrutando plácidamente de las entregas dinerarias que recibe del llamado Gobierno de España y no puede saber el tráfico ilegal de menores que se produce en su país. A lo mejor es que le interesa o es una forma de obtener ingresos, algunos de los cuales pueden ir directamente a su cuenta particular.
Que no se me olvide, tengan cuidado, están plantando árboles ‘fachas’ en las carreteras de La Rioja. Un Director General de esa Región fue atropellado por un árbol en Nochevieja que, seguramente, habría plantado alguno de VOX ¡Cosas de fachas! El cobarde huyó del lugar del accidente. Al ser ‘Podemita’ y no saber pensare, no pensó en hacerse pasar por un MENA, lo hubieran acogido.