Natalia Gil, regidora de Ciutadans en l’Ajuntament de Vila-real
Las escuelas infantiles surgen de la necesidad de los padres de tener un espacio adecuado para sus hijos. Bajo el cuidado de educadores competentes e implicados con los niños, que les permite seguir desempeñando su actividad profesional, contribuyendo así a la necesaria conciliación laboral.
Después de este complicado año de pandemia y crisis económica, las escuelas infantiles privadas han sufrido duramente la reducción de grupos, teniendo que realizar inversiones en medidas de seguridad. En la Comunidad Valenciana, las ayudas proporcionadas por el bono infantil no cubren ni el 50% del coste de utilización del servicio, limitando el acceso de muchas familias y provocando que en muchas de estas escuelas infantiles se hayan visto obligadas al cierre o estén en riesgo de hacerlo.
A todo ello, se suma el acusado descenso de la natalidad que se esta produciendo en España y en la Comunidad Valenciana. En este panorama se puede entender que la oferta de plazas pueda estar a punto de superar la demanda. Por ello, desde Ciudadanos creemos necesario aprovechar la red de centros infantiles privados de la Comunidad Valenciana y respaldar a un tejido empresarial de más de 5.000 personas compuesto mayoritariamente por mujeres jóvenes.
Es urgente dar respuestas a sus necesidades aumentando la cuantía y presupuesto del bono infantil y aprovechar la red de centros de educación infantil privadas y sus puestos de trabajo, destinando el esfuerzo inversor de las aulas públicas en poblaciones con insuficiencia, especialmente en el interior.
Los centros privados de educación infantil, esas buenas manos que están ahí para el cuidado de los más pequeños, con su trato personalizado, adaptándose cuando es necesario a las particularidades de cada familia. Son los que ponen los primeros cimientos de futuro de nuestra sociedad y por ello merecen nuestro reconocimiento y apoyo.
