Vicente Blay Casino Serra. Presidente provincial NNGGCS. Portavoz Adjunto PP Almassora
Cuando me dijeron que, semanalmente, tendría la suerte de escribir un artículo en 'Castellón información' me pregunté si habría tanto que contar... ¡ingenuo de mí! En ese pregunta obvié la incapacidad, la inoperancia y, lo que es peor, la infamia de una izquierda que gobierna España contra España y que, día sí día también, carga de razones a aquellos que añoramos ver al PSOE en la oposición o, por lo menos, ver que el socialismo regresa al constitucionalismo que abandonó cuando Sánchez asaltó La Moncloa.
Hoy, 22 de junio, mientras un servidor cumple años, la indignidad hecha presidente consuma una vergüenza histórica para nuestro país aprobando los indultos a aquellos que, sistemáticamente, han intentado dinamitar la integridad territorial y romper con una España que no merece un presidente que la humilla.
Porque hace tiempo que sabemos que Sánchez es un dirigente sin principios pero ahora, para colmo, ya tenemos la certeza de que es un presidente desleal con su país. Todo por seguir con colchón en La Moncloa, asiento en el Falcon y para pegarse carreras por pasillos ajenos tratando en vano de purificar un áurea política contaminada hasta la extenuación de tanto restregarse con independentistas y herederos de ETA.
Y es que cuando creemos que Sánchez no puede hacer más el ridículo él, con su sonrisa maquiavélica y su cohorte de aduladores, le dice a una España huérfana de liderazgo desde el Gobierno: “aguántame el cubata”. Y va y supera la tropelía anterior dejando en la estacada a España, su unidad y la convivencia y prosperidad de los españoles para materializar un desacato a la legalidad que viste de fiesta de la concordia.
Porque si Sánchez lo que quería era indultar tenía una larga lista de candidatos para ello. Podía indultar del paro a los millones de españoles que, por su política errática y de abandono, han perdido el trabajo o tenido que bajar la persiana de sus negocios. Podía también indultar la factura de la luz de todos los españoles en lugar de empecinarse en hacer de planchar o poner la lavadora una actividad de lujo.
Y por indultar, incluso, podía venirse hasta la Comunitat Valenciana (si lo hace en jet privado se sabe el camino) e indultar de la sinrazón socialista a todos esos héroes sanitarios que, tras luchar en primera línea de batalla contra la Covid-19, se encontraron en su móvil con un mensaje tecleado desde el PSOE: “Gracias por todo pero estáis despedidos”.
Pero por desgracia nada de eso pasará. No. Mientras Sánchez abre la puerta de la cárcel a quienes han dicho que volverán a atentar contra España y se olvida de millones de españoles golpeados laboral y económicamente por la pandemia; desde el PP redoblaremos esfuerzos, más aún si cabe, para ser ese necesario escudo de la dignidad frente al PSOE.
Porque España merece que la protejan y no que la troceen. Que sumen por ella y no que la enfrenten. Que trabajen por los problemas de los españoles y no por enfrentarlos.
España necesita más PP y menos, mucho menos, PSOE.