Vicente Pallarés. Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial.
Cuando el socialismo entra por la puerta de la Moncloa, la esperanza de futuro de los españoles salta por la ventana. Directamente al vacío. Sin red de protección. Y es que con la izquierda siempre llega el caos, algo que en este país está históricamente comprobado… Pero los españoles somos expertos en tropezar una y otra vez con la misma piedra y, por eso, el PSOE repite una y otra vez los mismos errores. El PSOE parece no cansarse de llevar a España, una y otra vez, al precipicio. Al caos.
Aquí no hay quien viva. Porque es complicado sobrevivir cuando hay familias que se han visto obligadas a elegir entre comer o poner la lavadora, y no es una exageración, es la realidad de nuestro país. La pobreza energética ya no es un problema exclusivo de las clases má humildes, porque ahora está llegando, poco a poco, a todas las casa de España y, al final, todos vamos a tener que pedir ayudas sociales para poder permitirnos el lujo de tener agua caliente… Y es que lo que ellos, los de la izquierda, llaman progreso, en realidad es pobreza. Miseria pura y dura. Lo que pasa es que ellos hablan el castellano de Cuba y Venezuela… Ya se sabe…
Ellos, los de la izquierda, saben vender muy bien sus mensajes tan grandilocuentes como vacíos. Se llenan la boca hablando de igualdad, de libertad, de solidaridad… pero luego, llegan al poder, y lo único que les importa es su bienestar, su progreso, su comodidad y sus cuentas corrientes que, realmente, deberían llamarse cuentas extraordinarias, porque de corrientes tienen poco… Y, claro, para pagar todo ese despilfarro para mantener la maquinaria socialista hacen falta muchos impuestos. Impuestos. Impuestos. Y más impuestos.
Nosotros, los del Partido Popular, siempre hemos defendido que donde mejor está el dinero es en los bolsillos de los ciudadanos porque así aumenta el consumo. Y si aumenta el consumo, se abren nuevos negocios y se crean nuevos empleos… Y la rueda de la economía comienza a girar. En definitiva, se crea riqueza. Por eso, desde el PP apostamos por reducir y hasta incluso eliminar impuestos. De hecho es una política que ya hemos llevado en las localidades y hasta en las comunidades en las que gobernamos.
Lo que no es progresista ni decente es que la falta de luces –espero querido lector que haya pillado la ironía- de Pedro Sánchez, esté llevando a todo el país a la ruina. La factura de la electricidad, tanto de las familias como de las empresas, se podría reducir hasta un 20% eliminando impuestos y gravámenes de todo tipo. Y si Pedro Sánchez y sus ministros no saben hacerlo, nosotros, los del PP, podemos explicárselo. Despacito para que lo entienda.
