La mujer, que trabajaba como empleada del hogar de las dos personas mayores, facilitó los datos para que sus compañeros entraran a robar
Castellón Información
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha elevado de 18 a 19 años de prisión la pena impuesta a una empleada del hogar que abrió la puerta a otros tres condenados por el asalto a la casa del matrimonio que cuidaba y en el que falleció por asfixia el anciano, de 88 años de edad.
La sentencia condena por los mismos delitos de homicidio y robo violento en casa habitada en concurso con un delito de detención ilegal que la Audiencia Provincial de Castellón pero impone una pena más alta al apreciar en la conducta de la cuidadora la agravante de abuso de confianza junto a las otras dos de disfraz y de abuso de superioridad que ya se aplicaron en la sentencia recurrida.
Considera que la cuidadora se sirvió de lo sabido sobre las circunstancias y hábitos de vidas de sus víctimas para suministrar a los demás implicados en la causa la información necesaria para la ejecución del delito o delitos luego programados. Además añade, que se implicó activamente facilitando a estos el acceso a la vivienda durante la noche y que, pudiendo haber intervenido para tratar de cortar el curso de los acontecimientos, cuando supo directamente del grado de violencia utilizado, no lo hizo.
La Sala de lo Penal desestima los recursos de casación interpuestos por los otros tres condenados por lo que se confirman penas de la sentencia recurrida para todos ellos.
Los hechos sucedieron en febrero de 2013 en la Vall d'Uixò, cuando tres hombres entraron para robar en un domicilio, gracias a la colaboración de la mujer que trabajaba como empleada del hogar.
Una vez dentro golpearon, ataron a la cama y amordazaron al matrimonio propietario de la vivienda, una pareja de ancianos de cuyo cuidado se ocupaba los fines de semana la condenada. El hombre, Vicente Almela, murió por asfixia, como consecuencia de las lesiones que le produjeron los agresores y de las dificultades para respirar derivadas de la mordaza. Antes de marcharse, los acusados maniataron también a la empleada doméstica para simular que ella también había sido víctima de los asaltantes.
Durante la investigación se pudo relacionar a la empleada del hogar con los asaltantes. todos ellos, según se demostraría después formaban parte del mismo plan.
El juicio se celebró en la Audiencia Provincial de Castellón en enero de este año, 2016. Durante el mismo, la asistenta declaró inicialmente que ella solo había quedado en abrirles la puerta, pero que desconocía lo que iban a hacer y, sobre todo, la violencia que emplearon con los ancianos. Diferentes testigos indicaron entonces, que ella era parte activa de la organización criminal que perpetró el asalto. El juicio confirmó la culpabilidad de los acusados.
Tras los recursos presentados, el Supremo no solo mantiene la culpabilidad de los actuantes, sino que considera además, que la empleada del hogar tuvo una participación superior a lo que ella había declarado inicialmente (que solo les había facilitado la entrada), sino que había participado activamente en él, y que además, podía haber cortado la situación si desconocía la violencia con la que iban a actuar sus cómplices.