Los empresarios afirman que no se han respetado los esfuerzos del sector al que abocan a la ruina
Los empresarios de las asociaciones Ashotur y Conhostur han reaccionado negativamente a las nuevas medidas de restricción anunciadas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig a partir del 7 de enero. En un comunicado denuncian que se ha criminalizado a la hostelería, que no se han respetado los esfuerzos realizados por un sector al que abocan directamente a la ruina.
Castellón Información
Desde Ashotur queremos realizar la siguiente valoración de las medidas restrictivas anunciadas esta tarde por la Generalitat Valenciana y de aplicación hasta el próximo 31 de enero.
En primer lugar, queremos denunciar, una vez más, la criminalización al sector de la hostelería que comportan las medidas anunciadas y que, de nuevo, han vuelto a aprobarse sin que se hayan contemplado las llamadas de socorro que el sector en bloque de toda la Comunidad Valenciana lleva haciendo desde hace meses ante la falta de ayudas y de respuesta a las múltiples peticiones de diálogo realizadas. Las nuevas restricciones anunciadas suponen un golpe de estado contra una hostelería abocada a la ruina desde hace prácticamente un año y que, a pesar de haber sido una de las facciones más perjudicadas económicamente a lo largo de esta pandemia, sigue sin recibir ayudas ni compensación para los 35.000 establecimientos que la componen y las miles de familias que de ella dependen.
Las restricciones impuestas hasta el 31 de enero son a todas luces un cierre encubierto que no van a permitir la actividad en muchos de los establecimientos pertenecientes al sector. Hasta ahora, la hostelería ya ha sufrido unas medidas con las que ha perdido un importante volumen de trabajo. La reducción de aforos y la limitación del horario de movilidad vigentes hasta ahora ya habían supuesto la puntilla para muchos locales que estaban agonizando y que, con las últimas medidas y ante la falta de actuación por parte de la Administración para ofrecer un plan de rescate, suponen el empujón final para ir al cierre definitivo. Es imprescindible un plan de rescate con el que se impulsen ayudas directas que compensen el cierre encubierto que suponen todas estas restricciones, tal y como se ha hecho en muchos países de la Unión Europea, como son Francia o Alemania.
Los establecimientos de hostelería siguen desamparados, lo que pone en peligro miles de lugares de trabajo en toda la Comunidad Valenciana.