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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

Así comienza la debacle de una empresa

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Hace unos días una amiga después de un largo proceso de selección me comunicaba la noticia. “¡Javier cambio de empresa!”. Yo sabía que era muy probable que la eligieran. Después de haber quedado con ella en un par de ocasiones y ver su “potencial” y lo que me contaba al respecto su “desempeño” en su actual trabajo, era cuestión de tiempo.

Pero sucede en las empresas que a veces, el tesoro que buscas está justo delante de ti, pero la verdadera riqueza reside en la capacidad de reconocerlo. Y hay mucha incompetencia en este sentido por parte de algunas empresas y directivos.

Sabes, esta persona evitó que yo dejara de ser cliente de su antigua empresa para la que trabajaba gracias a ella. Una persona con unas habilidades interpersonales y comerciales extraordinarias. Sin lugar a duda un mirlo blanco. Pero seguro que no es la única pieza que abandone el barco. Quizás me equivoque, pero creo que es el principio del fin de lo que fuera una gran empresa, que ya no cuida su talento e indirectamente a sus clientes.

Pero, ¿por qué ocurren estas pérdidas de talento tan valioso?

Son muchas las razones. Pero en este artículo no te voy a hablar de que es importante que exista una cultura empresarial sólida, ni tampoco de que haya oportunidades de formación y desarrollo o planes de carrera para tus empleados. Ni por supuesto de que haya un buen sistema de recompensas y reconocimiento, o de una compensación equitativa y competitiva. Ni tan siquiera de teletrabajo y de medidas para conciliar, o programas de bienestar. Y como no podría ser de otra forma tampoco de liderazgo. Aunque también en este caso, fuera el detonante de su salida.

En su lugar, exploraremos cómo las salidas sorpresivas de talento pueden pillarte desprevenido y cómo deberías estar preparado para evitarlo.

Imagina la situación: alguien clave abandona tu equipo, y te quedas atónito (por no decir cara de tonto/a). Esto significa que algo falla en la gestión interna. La presencia de un profesional competente en Recursos Humanos o un departamento estratégico podría haber evitado esta sorpresa. La solución radica en realizar los “deberes” adecuados.

Tomemos un ejemplo sencillo: ¿Conoces la matriz de talento de tu organización? Si tu respuesta es no, entonces aún no has hecho los deberes. La matriz de talento se emplea para identificar roles críticos, evaluar a los empleados y colocarlos en una matriz basada en su potencial y desempeño. Este enfoque nos permite anticiparnos y cuidar adecuadamente de nuestro talento

Para ello es importante la realización de encuestas periódicas, de la evaluación del desempeño y también de la definición de las habilidades y competencias esenciales para que tu empresa tenga éxito. Sobre la base de todo ello, podemos asignar a las personas de nuestra organización en alguna de las 9 cajas que configuran la matriz de talento (potencial y desempeño).

Es probable que la persona que se fue estuviera en el cuadrante de perfiles destacados (esquina superior derecha), representando el futuro liderazgo empresarial. Estos empleados excepcionales requieren un seguimiento cuidadoso, ya que la competencia siempre está al acecho (como ha sido su caso). Se os va un tesoro…

En cuanto al título de este artículo: "Así comienza la debacle de una empresa", es evidente que la pérdida de clientes marca el inicio del declive. Sin embargo, no olvidemos que detrás de cada cliente hay una persona. Tu empleado, el rostro que representa a tu empresa. Si el talento emigra, la empresa se resiente, los clientes sufren la rotación y la pérdida de servicios. ¿No crees que es hora de tomar cartas en el asunto?