El presidente de la entidad, Cristóbal Aguado, asegura que casi la mitad del regadío valenciano está asumiendo facturas eléctricas inasumibles y prohibitivas
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) considera “positivas y bienvenidas” todas las ayudas anunciadas por el Gobierno para aliviar parte de los sobrecostes que los agricultores y ganaderos están soportando, debido al encarecimiento sin precedentes de los fertilizantes y el gasóleo agrícola, pero echa en falta rebajas en materia energética dirigidas a abaratar los costes del riego de las explotaciones que requieren bombeos eléctricos para elevar las aguas subterráneas a la superficie.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “casi la mitad del regadío valenciano emplea aguas subterráneas y está asumiendo facturas eléctricas inasumibles y prohibitivas que multiplican hasta por cinco las cantidades abonadas un año antes. Por eso, hay que poner en positivo aquellas medidas establecidas para carburantes y fertilizantes, pero la energía, que es un capítulo muy importante para nuestro campo, queda pendiente”. La organización agraria reitera al Gobierno, tal como ha puesto de manifiesto en foros e incluso en una concentración frente al Ministerio para la Transición Ecológica, la necesidad de aprobar un precio especial de kilowatio agrario, permitir de manera indefinida al menos dos cambios de potencia contratada al año y suprimir el ‘tope del gas’ a la agricultura.
Aguado también reivindica una rebaja de módulos “más contundente y generalizada” de cara a la próxima declaración de la renta “porque, además de los elevados costes de producción, muchos agricultores han sufrido grandes mermas a causa de adversidades climáticas excepcionales y de falta de soluciones contra plagas y enfermedades. Además, aquellos productores que tienen préstamos por inversiones en sus explotaciones están atravesando una situación dramática con unas rentas esquilmadas e intereses al alza”.
Medidas al sector agrario
El Gobierno destinará ayudas directas por valor de 660 millones de euros para que agricultores, ganaderos y pescadores puedan afrontar parte del incremento de los costes de producción. En el caso de los fertilizantes, unos 300.000 agricultores se beneficiarán de la ayuda directa, con un presupuesto de 300 millones. Esta subvención se concederá por hectárea, hasta un máximo de 300, y será de 22 euros por hectárea en el caso de superficie de secano y de 55 euros para el regadío.
Agricultores y ganaderos seguirán contando con la ayuda de 20 céntimos de euro por litro de gasóleo. La ayuda se concederá a aquellos agricultores que ejerzan el derecho a la devolución de las cuotas del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH) satisfechas o soportadas con ocasión de las adquisiciones de gasóleo agrario. La devolución se podrá solicitar a partir del 1 de abril de 2023. Aguado aplaude estas ayudas pero advierte de que “son apoyos testimoniales que resultarán insuficientes para compensar el incremento desmesurado de todos los costes de producción”.
Por último, el Gobierno suprime el IVA de los alimentos de primera necesitad, hasta ahora con un tipo del 4%, entre los que se encuentran el pan, las harinas panificables, la leche, los huevos, las legumbres, los cereales, las frutas, las verduras y las hortalizas. También anuncia otra reducción del 10 al 5% del IVA del aceite y la pasta. Aguado lamenta que “la rebaja del IVA haya dejado fuera la carne y que la del aceite no sea mayor” y cree que “aunque esta medida beneficiará a los consumidores, podría incentivar el consumo, lo que debería traducirse en unos mercados más fluidos”.