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La Agencia Estatal de Metereología ha publicado un avance climatológico del invierno 2016-2017 en la Comunitat Valenciana y en líneas generales arroja que los meses de diciembre, enero y febrero han sido cálidos a la vez que humedos. La temperatura media registrada ha sido de 8.8ºC, que es 0.4ºC más alta que la del promedio normal (8.4ºC) y la precipitación media, 326.7 l/m2, ha sido dos veces y media la del promedio climático del periodo 1981-2010 (130.6 l/m2). Por lo que respecta a Castellón, ha sido el invierno más húmedo desde al menos 1912, con 309,8 litros por metro cuadrado. Y por contra, la temperatura media ha sido 0,7ºC más alta que la del promedio normal.
Invierno marcado por la calidez de las temperaturas
Los días más cálidos del invierno se observaron en la primera semana del mes de febrero, que estuvo marcada por la entrada de viento de poniente o del noroeste, que en varios observatorios llegó a superar los 100 km/h de racha máxima.
Por lo que respecta a la provincia, Castellón registró un aumento de 0,7ºC respecto al promedio normal, ya que se alcanzaron temperaturas de 12,1ºC cuando lo habitual son 11,4ºC. Lo mismo ha ocurrido con Segorbe y Vilafranca, como muestra el gráfico.
Tres grandes temporales, causa del incremento de la precipitación media
Lo más destacado del invierno fue su carácter extremadamente húmedo, el más húmedo de la serie desde al menos 1950, y contrasta con el carácter extremadamente seco del invierno anterior 2015-2016, que fue el más seco de la serie. Por tanto, de forma consecutiva se han encadenado el invierno más seco y el invierno más húmedo en la Comunidad Valenciana.
La precipitación media, 326.7 l/m2, ha sido dos veces y media la del promedio climático del periodo 1981-2010 (130.6 l/m2). El motivo de que el invierno haya sido extremadamente húmedo, deriva de una serie de temporales de Levante, generalizados en todo el territorio, y que ya comenzaron a producirse en la segunda mitad de noviembre, fuera del trimestre invernal, y el último de los cuales se registró los días 12 y 13 de marzo, también fuera del trimestre invernal.
Se identifican 3 grandes temporales invernales, centrados en los días 4 y 18 de diciembre, 19 de enero, y uno primaveral, centrado en el 13 de marzo.
- El primer gran temporal invernal se registró entre los días 3 y 6 de diciembre, con los máximos acumulados el día 4, y se desarrolló sin inestabilidad
- El segundo temporal de diciembre fue más adverso que el primero, con convección y flujo fuerte de viento y advección de humedad que propició que tuviera una gran extensión espacial y temporal.
- Pero el más destacado de los temporales invernales fue el tercero, ya que no sólo llevó aparejado lluvia, sino frío, viento, nieve, y oleaje. La presencia de un anticiclón sobre Europa, junto con bajas presiones en el Mediterráneo, provocó una entrada de aire frío de origen continental a partir del día 17 de enero de 2017 sobre la Comunidad Valenciana. Ya se ha comentado que el día 18 de enero fue el más frío desde 2005.
Por lo que respecta a la provincia, el que más le ha afectado ha sido el que tuvo lugar el tercer fin de semana de enero. El día 20 las nevadas fueron progresando hacia el norte, siendo especialmente adversas en el interior de Castellón, donde se llegaron a registrar espesores de la capa de nieve muy altos, destacando Vilafranca con 74 cm. En Morella, la precipitación acumulada en forma de nieve (100 l/m2) es la más alta registrado en los 100 años del observatorio, junto con el de la nevada de 1964 y el espesor de la capa de nieve superó el medio metro.
No obstante, en comparación con diciembre y enero, el mes de febrero ha resultado seco, con dos débiles episodios de lluvia, y los dos acompañados de barro, debido a la carga de polvo africano en suspensión que llevaba el aire.
Por lo que respecta a la precipitación acumulada, Almenara superó durante los tres meses del invierno un 239% el promedio normal ya que cayeron 335,2 litros por metro cuadrado, cuando el promedio normal es en la localidad de 98,8. En Borriana se produjó un aumento del 188%, ya que la acumulación habitual oscila entre los 120,5 litros por metro cuadrado pero este invierno ha sido de 346,5 y en Castellón de la Plana, el incremento ha sido del 184%, ya que se ha pasado de los 109 litros por metro cuadrado normales a los 309,8.
