Laura Durà
Los miembros de la orquesta, que también son de Vila-real, se mostraron contentos en varias ocasiones por poder volver a actuar en su propia ciudad.
La ciudad de Vila-real vivía la noche del último sábado de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia. Los actos de la noche eran el tradicional toro embolado, el último de los festejos, y la actuación musical de la orquesta Avenida Sur, que comenzó poco después de las 23.00 en la plaza Mayor. La agrupación musical, que fue entrevistada por Castellón Información, cumplió con el objetivo marcado en la entrevista: divirtió y demostró su evolución a lo largo de los años.
Poco antes de las 23.00, en la plaza había unas cuantas personas distanciadas del escenario. Cuando la orquesta comenzó su música, el gentío fue acercándose, aunque todavía guardaban una distancia prudencial. Avenida Sur comenzó con piezas musicales para hacer bailar al público, que respondió a la llamada danzarina de los músicos. La juventud, sobre todo algunas peñas, acudieron poco a poco al concierto.
A la media hora, la plaza estaba más llena que al principio. La gente se iba aproximando a los aledaños del escenario para escuchar a la orquesta de Vila-real, que insistió: “Es un sueño poder tocar en nuestra ciudad”. Los pasodobles dieron paso a las cumbias y a las salsas, y el público fue animándose. Con un popurrí de canciones de los 70’ incluso los adolescentes se sumaron al canto, que se incrementó en canciones posteriores de Melendi a Amaral.
El cantante, Rubén Torner, supo transmitir al público su propia sensación, y en tan sólo unos minutos más, el público comenzó a saltar y a cantar las canciones. Todos los miembros de la orquesta también hicieron gala de la versatilidad prometida en la entrevista: el bajo hizo sus veces de cantante, al igual que el teclista, mientras el cantante también se atrevió a coger la guitarra. Iba llegando el final de la primera parte con canciones que terminaron de despertar al público, ansioso de más.
Durante el descanso, un DJ amenizó los minutos en los que la orquesta descansó y se metió entre el público. La segunda parte prometía lo mismo o más que la primera. Avenida Sur comenzó con un rock más clásico, pasando por canciones de grupos modernos, como El Sueño de Morfeo o La Oreja de Van Gogh. También hicieron un homenaje a una chica del público, en la que su pareja subió al escenario a cantar.
También hubo tiempo para canciones más recientes y de un estilo diferente, desde El Tigeraso a Balada Boa. También sirvieron rock de la vieja escuela como AC/DC. La orquesta supo meterse en el bolsillo al público, de diferentes edades, con diferentes estilos de música y con canciones para todos los gustos.