El festival baja el telón tras batir récords en el número de cortometrajes a concurso y en la participación de realizadores provinciales.
El certamen pone el contador a cero para diseñar la edición de su mayoría de edad con el propósito de mantenerse como referente en su categoría.
Castellón Información
“Las cifras hablan por sí solas; con más cortometrajes presentados a concurso que nunca, un total de 395 procedentes de 25 países, y una alta participación: más de 3.000 personas han pasado por el festival a lo largo de toda la semana, creo que no podemos hablar de otra cosa que no sea de un éxito en mayúsculas”. Esta frase de Xavi Ochando, el responsable de la Concejalía de Juventud de Vila-real, promotora del Festival Internacional de Curtmetratges ‘Cineculpable’, plasma el “buen sabor de boca” que deja la recién clausurada XVII edición del certamen, que bajó anoche el telón con la gala de entrega de premios que se celebró en el Auditori de la ciudad.
La gala fue la cita más masiva de esta edición, con más de 500 asistentes. Y es que el acto de clausura hizo pleno al quince: reunió a rostros conocidos –sin duda el que despertó más expectación fue la presencia del actor Luis Fernández, ‘Culpable 2014’-; arrojó diversión –con el ingenio improvisado de su presentador, el monologuista Jesús Manzano- y repartió muchos premios, 7.800 euros distribuidos en siete categorías. ‘Bikini’, el cortometraje de Óscar Bernàcer que analiza en clave de humor cómo aterrizó en los años 50 en el litoral de Benidorm este, por entonces polémico, traje de baño, fue el claro triunfador de la velada, al obtener dos de los cuatro galardones a los que estaba nominado, el Mejor Cortometraje y la Mejor Dirección.
La gala de entrega de premios dio el cierre oficial a una edición que ha congregado en los pases de los cortos seleccionados (11 en la Sección Provincial y 27 en la Sección Oficial) a un millar de espectadores, atraídos por el cartel de este año, con cinco preseleccionados a los Goya, otro (‘Cuerdas’, Premio del Público 2014) con esta estatuilla ya en su poder, o con obras procedentes de países hasta la fecha inéditos en el festival, como Zambia (‘Angst’, de Nunzio Fazio).
Las proyecciones se han completado con una intensa agenda de actividades paralelas: desde el rodaje del Cinexpress, que ha involucrado a los estudiantes de tres institutos de Vila-real en la creación cortometrajista, a conferencias, mesas redondas, retrospectivas comentadas –con el cine y el mundo del corto como epicentro- e iniciativas solidarias como la presentación del DVD ‘Vila-real Filma!’, que recopila el trabajo de seis realizadores locales y cuyos beneficios se destinarán a la Fundación Primavera.
“Indiscutiblemente se ha aumentado la participación en todos los niveles, no sólo en el número de cortos a concurso, sino también de los que nos han llegado desde varios puntos de la provincia; y además este año ha habido una mayor involucración de los artistas locales; queda demostrado que tenemos una gran cantera de realizadores”, ha matizado Ochando.
“En esta edición hemos utilizado muchas veces la expresión de lo local a lo internacional, y es cierto”, añade. Sin duda, un ejemplo de que lo local tiene proyección hacia el resto del mundo lo ha puesto la autora del cartel de este año, la ilustradora vila-realense Paula Bonet, cuya obra puede presumir de haber sido expuesta en destinos tan dispares como Barcelona, Madrid, Valencia, Oporto, París, Londres, Bélgica, Urbino o Berlín.
Además de la “indiscutible aportación cultural” del festival, desde la Concejalía de Juventud destacan también el “revulsivo” que el certamen genera en el tejido económico de Vila-real: “Este festival crea economía local, no sólo por el dinero que invierte la organización en empresas de la ciudad, sino por la cantidad de gente de fuera que atraen las proyecciones y las actividades programadas, gente que tiene la oportunidad de conocer la ciudad y que genera oportunidades de negocio para el comercio local, la hostelería y la restauración”.
‘Cineculpable 2014’ se despide, pero inicia la cuenta atrás para diseñar la edición número 18, la de su mayoría de edad. Una edición que tiene un objetivo claro: continuar con la filosofía de crecer “de lo local a lo internacional”, de seguir colaborando con los institutos de la ciudad, estrechando lazos con entidades como la Universitat Jaume I, implicando a los realizadores locales y atrayendo cortometrajes de todos los rincones del mundo. De seguir ofreciendo, en definitiva, “un festival único en su categoría”. Hasta el año que viene.