Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.
El único y lamentable representante en el Congreso del partido catalanista en la Comunidad Valenciana, no sé si de una manera consciente o inconsciente, pero sin duda de una forma absurda, deja a su partido a los pies del mundo fallero.
Comparar a las Fallas con un movimiento nazi en Valencia, por alguien que ha sido alcalde de la ciudad donde nací (Sueca) y de una forma extemporánea, da muestras de su falta de sensibilidad y sentido común.
¿A quién pretende engañar este oportunista, que por lo visto no tiene ni Dios, ni Patria ni Rey, pero ayuda a su señor que le paga todos sus gastos y ha financiado a su partido cuando lo necesitaron?
Todo nació de una torticera interpretación relativa a la aparición en una Falla de la capital de una Media Luna y una Mezquita, que escaparon del fuego 'La nit de la cremá', para evitar represalias o actos violentos por parte de los musulmanes menos integrados en nuestra sociedad.
Es curioso y a la vez se me hace difícil de comprender, que cada año en las calles de toda la Comunidad Valenciana y en la noche de San José, arden todo tipo de símbolos y personajes más o menos populares y en nuestra región, en mis casi ochenta años de vida nunca vi ninguna violencia por parte de los criticados o parodiados, por verse expuestos a la opinión pública, ellos o sus actitudes al frente de aquellas instituciones en las que estuvieran.
Franco fue objeto de frecuentes sátiras y muñeco de Fallas muy repetido, sin embargo no recuerdo ni una sola vez durante su vida y mucho menos después de muerto, en la que las Fuerzas Públicas o sus seguidores destruyeran un solo monumento fallero durante la semana fallera.
Baldoví sin duda habrá lamentado muchas veces en Sueca las sátiras y críticas a personajes tan controvertidos en su ciudad natal contra Joan Fuster entre otros, sin darle por eso el calificativo de nazi al artista fallero responsable de la Falla y su crítica.
¿A qué se debe ahora ese exabrupto, calificando de nazi al mundo fallero?
Por lo visto pretende ganarse el voto de los inmigrantes musulmanes, porque es consciente que el mundo fallero de la Comunidad Valenciana, difícilmente le va votar nunca y a partir de ahora yo aseguraría que nadie se lo va plantear siquiera.
No se puede ser, menos valenciano y más pan catalanista de lo que lo es este pobre hombre, que si ahora se ve solo en el Congreso, tengo la impresión de que se ha cerrado esa puerta a sí mismo y a quienes le puedan acompañar en la próxima lista si repite.
Aunque después de este desliz, esa comunista disfrazada de catalanista que es Mónica Oltra, se lo pensara varias veces si es ella la que tiene que decidir dónde ubicar al ex alcalde suecano, para que pueda seguir viviendo de los Presupuestos de un Estado Español, al que desprestigia tantas veces.
Le hubiera convenido más al pobre Joan, 'hacerse el sueco', que ser un 'lamentable suecano'.
Hasta la semana que viene amigos.
