Ortega se muestra arropado por los castellonenses que le han acogido muy bien desde que llegó a la ciudad
Marcel Ortega (Secuita, Tarragona, 1990) es el director de la Banda Municipal de Castelló desde el pasado mes de diciembre de 2018. Su estreno en la ciudad fue el 4 de enero de 2019 y desde entonces ha experimentado ya el reconocimiento de la sociedad castellonense, desde los más pequeños a través de ‘Escola Canta’ como en su participación en las fiestas de la Magdalena o en los ya numerosos conciertos en los que ha dirigido la Banda de la ciudad
Susana Barberá/Castellón Información
Marcel Ortega (Secuita, Tarragona, 1990) es el director de la Banda Municipal de Castelló desde el pasado mes de diciembre de 2018. Es el miembro más joven de Banda pero su autoridad está fuera de toda duda en la agrupación musical. Su estreno en la ciudad fue el 4 de enero de 2019 y desde entonces ha experimentado ya el reconocimiento de la sociedad castellonense, desde los más pequeños a través de ‘Escola Canta’ como en su participación en las fiestas de la Magdalena o en los ya numerosos conciertos en los que ha dirigido la Banda de la ciudad.
Ortega se tituló en Dirección de Orquesta y en Dirección de Coro en Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco, habiendo cursado además un año en el Conservatorio G. B. Martini de Bolonia (Italia). En el año 2017 finalizó sus estudios de Máster en Dirección en la Haute École de Musique de Ginebra.
Ocupó el cargo de director titular de la Orquesta de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona desde 2014 y director y cofundador de la Jove Orquestra InterComarcal desde 2010. Miembro de la Bolsa de directores de la Joven Orquesta Nacional de España, ha sido asistente del maestro Arturo Tamayo en la Orquesta de RadioTelevisión Española. En 2015 fue el director invitado de la Jove Orquestra de Ponent y es solicitado frecuentemente por varias agrupaciones jóvenes.
Clarinetista de formación y defensor activo del mundo de la orquesta de vientos, en 2015 dirigió una producción de la Banda Municipal de Barcelona, y director invitado con la misma formación el 14 de abril de 2019. A partir de 2016 fue director de la Banda Municipal de Lancy (Suiza) y director-profesor invitado de la Banda del Conservatori Municipal de Música de Barcelona.
¿Quién es Marcel Ortega?
Soy una persona cercana. Soy de pueblo y eso creo que ciertas actitudes o maneras de hacer quizás no van conmigo, o quizás sí. Creo que tengo bastante claro qué es importante y no a la hora de ser persona. Creo que soy una persona muy humana y valoro mucho el humanismo en las personas. Por ejemplo, yo no necesito dirigir la Filarmónica de Berlin para ser feliz. Yo necesito dirigir a un grupo de gente que tengan ganas de hacer música y hoy es la Banda de Castelló como antaño ha sido un grupo amateur, la Orquesta de la Universidad Rovira y Virgili.
No hay estética-cinética, no hay arte por el arte, o no me gusta creer en ello. Yo hago música para compartirla con las personas. Me considero alguien generoso en este sentido, que me hace feliz compartir esta música y es mi forma de ser. Soy muy idealista; muy exigente, pero el primero conmigo mismo; con un fuerte sentido del humor y de la ironía, también el primero conmigo mismo porque no hay que tomarse muy en serio a uno mismo.
Llegó a Castellón en enero ¿cómo le ha acogido la ciudad?
La gente con la que te encuentras en el día a día, sobre todo después de Magdalena, pero en realidad ya desde el primer concierto, me ha mostrado siempre mucha cercanía, apoyo y satisfacción y deseos de que yo pueda continuar con mi tarea. También he tenido felicitaciones e incluso hay quien me ha traído coca y naranjas. El ciudadano, la gente de Castellón que quiere a la Banda, la gente que probablemente sin habernos puesto de acuerdo tenemos una idea común de qué significa una cosa como es la banda de una ciudad, enseguida se ha ido manifestando. Siempre que salgo por la calle, alguien me saluda. Desde que hicimos la ‘Escola Canta’ me saludan los chiquillos por la calle o dicen “Mira mamá, es el director de la banda” o se te quedan mirando y entonces les guiñas el ojo y sonríen. Pero también he visto reconocido el calor de la gente del mundo asociativo, desde Moros de Alquerías, las collas que se te acercan y que muestran su alegría por cómo estás haciendo las cosas, sin prejuicios y sin importarles nada más que lo que estás haciendo por la música y esto me parece muy importante y dice mucho de la gente real de Castelló. Son personas acogedoras, y cálidas y que saben juzgar a las personas por aquello que ven y demuestran.
¿Le ha dado tiempo a conocer a la gente de Castelló?
Bueno, me he pasado en el despacho 10 horas al día desde enero hasta ahora, por lo que lo que es socializar activamente lo he hecho muy poco. Hace cuatro semanas que voy a la Muixeranga y habré ido a almorzar a un bar un par de días. Hay mucho trabajo que hacer. Lo que es la integración a la ciudad llega poco a poco. Castelló se me está abriendo mucho y eso es precioso y ahora tengo que ser yo el que tenga que disponer de mi tiempo para ser uno más de Castelló, y me apetece mucho.
Y sobre la Banda Municipal compuesta por unas cincuenta personas ¿cómo ha sido para usted dirigir la Banda de Castelló por la respuesta de los músicos?
Me he sentido bien acogido. Me he encontrado con personas con voluntad de trabajar de lo que dice el director, de hacer música sobre todo. Más allá de lo que haya podido ocurrir o siga ocurriendo o no en la banda, aquí el músico tiene ganas de hacer música y cuando ven que soy el primero que insisto siempre en esta idea de ‘Aquí hemos venido a hacer música y ya está’, es cuando remamos todo en la misma dirección y eso es lo que tiene que ser.
Evidentemente como en cualquier colectivo humano, y nosotros somos 50, no vas a caerle bien a todo el mundo, ni vas a ser odiado por todo el mundo, hay unos equilibrios. Pero dentro de la profesionalidad estoy satisfecho.
Y ¿cómo es su relación con Francisco Signes, director de la banda durante muchos años?
Es genial, es muy buena. A Paco le conocí el día de mi presentación oficial en diciembre. Le gustó mucho lo que dije. No nos conocíamos pero coincidimos mucho en el modelo de Banda y la relación de Banda y ciudad que tenemos los dos. Vino a mi primer concierto con un par de amigos de Moros de Alquería y desde entonces es como mi ‘padre espiritual’. Hemos coincidido en qué es la Banda municipal, se ha puesto a mi completa disposición, tenemos mucha confianza y tengo su abrazo musical muy presente siempre. Yo sé que contar o no contar con su visto bueno era muy importante.
Cuando llegó dijo que su plan de trabajo se basaba en tres ejes que era el artístico, el social y el pedagógico. ¿Qué partes ha podido llevar a cabo?
Estos tres ejes están siempre presentes en un proyecto como es una banda municipal. El eje pedagógico ya existía antes de que yo llegase y se concretiza en dos proyectos que son los propios conciertos para escolares que tuvimos en enero, y la 'Escola Canta' y yo simplemente me he hecho partícipe de ellos aportando todo lo que he podido.
En cuanto al eje artístico es un proyecto que hay que desarrollar a años vista y que poco a poco vamos a ir marcando los nuevos objetivos y vamos a ir consiguiéndolos. Y para ellos vamos a hacer partícipes a los músicos de estas aspiraciones. Por ejemplo si hablamos de apostar por la música contemporánea, de tocar repertorio original para banda, de hacer encargos a compositores o invitar a solistas, son cosas que como yo no he podido diseñar el plan económico para este año porque esto se cierra en el mes de octubre del año anterior, pero manejando lo que tenemos sí que he procurado hacerlo al máximo.
En el plan cívico-social, las obligaciones que tiene la Banda no vienen estipuladas por la misma banda. Esto es, que la banda toque en las fiestas de la Magdalena es porque tiene que ser así, pero lo que sí que he intentado hacer es que lo hagamos todo con la máxima calidad. Por ejemplo en las Galanías a las reinas, y esto hay que agradecerle mucho a la Junta de Fiestas, coincidimos que la Banda fuera algo más que música de fondo y encontramos un rol para la banda, acompañando a cada una de las chicas con su propia música, diseñando un espectáculo en el que la banda era protagonista al mismo nivel que la luz o la escena, cosa que me parece muy importante. O también defender a Festes de Carrer que si tienes que dar un concierto es mejor hacerlo en el Teatre del Raval que en un iglesia porque van a disfrutarlo más por la acústica, esto ya lo hemos hecho cuando hicimos Sant Roc de Vora Sequia y quedaron encantados.
Además, este año hemos abierto una convocatoria pública para saber quién quería colaboraciones con la Banda, ahora que diseñaremos la próxima temporada, y hemos recibido bastantes solicitudes, muchas que ya existen de cada año pero otras nuevas. Hemos puesto a disposición de la ciudadanía que quien quiera que haga saber a la Banda que queremos hacer algo, luego ya la comisión artística y yo ya decidiremos qué proyectos son prioritarios. Para poder diseñar la temporada 2019-20 y poder presentarla en septiembre.
Otro de los retos que anunció fue tener una banda moderna, mejorar la comunicación y la promoción de la Banda a través las redes sociales, transmitir los conciertos en streaming, realizar flashmobs o lipdubs. ¿Qué ha podido realizar de todo ello?
Hemos empezado teniendo presencia en la red social Facebook, que lo lleva un músico de la banda que se prestó a hacerlo y está muy bien. Tenemos actualizaciones periódicas y lleva una estrategia acertada ya que cuando tenemos un concierto publica la fecha y explica un poco cada obra. El resto de los retos es una estrategia que hay que desarrollar para la próxima temporada. Estamos en proceso de crear ‘Los amigos de la banda’, que sería una forma de contactar directamente con aquellas personas que vienen de público para que sepan cuándo hay conciertos.
Otra cosa en la que estamos trabajando para el año que viene es cartelería porque a partir de los 40 años, la gente prefiere cartelería clásica, es decir, prefiere un cartel en la tienda en la plaza Santa Clara a Facebook, pues tomemos nota.
También queremos grabar los conciertos para poner pequeñas presentaciones en redes y eso también va ligado a cuando se elaboran los presupuestos para el año que viene.
Tras casi seis meses al frente de la Banda, ¿cómo se encuentra actualmente la polémica que se generó tras su designación como director?
Ha habido una sentencia y el ayuntamiento, supongo, estará realizando sus recursos, y esto tendrá su recorrido judicial que será el que tenga que ser. Mientras no haya sentencia firme, aquí no cambia nada, yo he ganado esta oposición, que además de larga y difícil, ha sido perfectamente limpia y que yo esté aquí es la prueba. Era el único que no conocía la ciudad, ni era valenciano, ni nadie sabía nada de mí.
¿Cómo es su relación con el Ayuntamiento de Castelló?
Mi relación es principalmente técnica. Mi principal relación ha sido con Carmen María, asesora de Cultura, y con el equipo de Cultura; también con el personal del Teatre del Raval, del Auditori y así es como tiene que ser. En el 95% de mi trabajo no tengo que recurrir al ámbito político. Soy un técnico, en este caso de música, y me relaciono con los otros técnicos que me afectan. La concejala de Cultura, Verónica Ruiz, está disponible y sé que puedo contar con su firma como concejala cuando necesito aprobar algo, pero hay poco de política en la gestión. Hay una virtud del buen político que es saber dejar hacer y en este caso me encuentro bien.
¿Cuáles son los siguientes retos de cara a la próxima temporada? ¿Le gustaría quedarse en Castelló al frente de la Banda de Municipal?
Aquí hay proyecto para tiempo y es una cosa que digo en positivo. Hay muchos retos por hacer y es muy estimulante tenerlos que hacer y poderlos llevar a cabo.
A nivel laboral de la banda, hay que consolidar el empleo de unos interinos de hace mucho tiempo. Yo sé que políticamente y técnicamente dentro de la casa se apuesta para que finalmente se haga, que es el último paso que queda para que desde los años 90 para la completa funcionarización. Consolidar las pocas plazas que aún quedan en interinaje.
A nivel de público, tenemos que conseguir consolidarlo. Tenemos que acercarnos a más públicos y esto no significa que todos los conciertos sean para todos los públicos. Por ejemplo, el otro día hicimos el homenaje a Queen donde tuvimos a casi 1.000 personas en el Auditorio y estaba un público que no nos va a venir en el Templete. Y esto nos parece bien, mientras los tenga dos veces al año, ya me vale. Esto es, saber acercarnos mejor al público y consolidarlo.
También me gustaría destacar que estamos haciendo mucho trabajo y muy duro a nivel artístico, les estoy exigiendo mucho a los músicos y lo están dando. Éxitos como haber sido invitados a Pamplona y haber cosechado un éxito como el que dimos el domingo, que se vayan repitiendo, que este reconocimiento vaya llegando. Para el año que viene tenemos ya algunas invitaciones encima de la mesa, que no puedo decir todavía porque no hemos presentado temporada, pero el hecho de que hayamos recibido estas invitaciones ya es muy importante.
Otro reto es profesionalizar la gestión de la banda porque somos cincuenta profesionales y todos músicos. Por primera vez nos ha llegado un administrativo a la banda hace dos semanas. Era necesario porque si había que hacer una lista para comprar instrumentos, yo me tenía que encargar de picarlo en el ordenador. Poco a poco vamos consiguiendo estos retos.
Tenemos un proyecto para desarrollar y en cinco años tenemos que evaluarnos y ver si hemos hecho todo lo que tendríamos que haber hecho.
