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El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, ha resaltado hoy que 2017 supone el último año de vigencia del Plan de Reestructuración de la entidad aprobado por las autoridades en 2012 y que Bankia encara el mismo desde una posición de "solidez financiera, con liderazgo en solvencia, eficiencia y rentabilidad, y un gran dinamismo comercial que permite crecer en clientes y ganar cuota de mercado en segmentos clave".
Durante su intervención en el XXIV Encuentro del Sector Financiero, Sevilla incidió en que Bankia podrá emprender a partir de 2018 nuevos negocios que no ha podido desarrollar en estos últimos cinco años o llevar a cabo operaciones corporativas, como la que actualmente negocia con BMN, lo que "facilitará el proceso de privatización" de la entidad "y la devolución de las ayudas recibidas".
Sevilla recordó que en enero de 2016 Bankia puso en marcha su nuevo posicionamiento comercial basado en la exención de comisiones y en la sencillez en la relación con los clientes. "Empezamos con los clientes particulares, lo extendimos a autónomos y clientes digitales, y en enero de este año lo hemos aplicado a las nuevas hipotecas", subrayó.
"Los resultados han sido inmediatos: estamos captando más clientes, los clientes están más satisfechos, nos recomiendan más y eso se traduce en ganancias de cuota de negocio", enfatizó el consejero delegado de Bankia.
En el primer trimestre de este año, después de anunciar en enero la eliminación de las comisiones vinculadas a los nuevos préstamos con solo tener la nómina domiciliada, Bankia duplicó la concesión de nuevas hipotecas, indicó el consejero delegado de la entidad. "Estas hipotecas –explicó- no exigen la contratación de ningún producto adicional".
Desde el punto de vista financiero, Bankia ha pasado de estar en 2013, una vez recapitalizada la entidad, en el último lugar de los seis grandes bancos en solvencia, eficiencia y rentabilidad, a ser el líder en 2016 en los tres aspectos considerando las actividades en España.
En esta evolución ha sido clave el esfuerzo de reestructuración de Bankia, que permite tener unos gastos de explotación que son inferiores en un 50% a la media de los principales competidores, lo que contribuye a una mayor rentabilidad.
Gracias a los resultados obtenidos en estos cuatro años, Bankia ha podido repartir 820 millones de euros en dividendos, una de las palancas para avanzar en la devolución de las ayudas recibidas. Entre la parte recibida por el Estado y la privatización del 7,5% de la entidad, Bankia ya ha retornado más de 1.800 millones de euros.