El informe recoge la pérdida de confianza de los empresarios del sector, por el aumento de los precios de las materias primas y de la energía
Castellón Información
El "Barómetro Anice-Cajamar de la industria cárnica española", referido al segundo semestre de 2021, refleja el impacto generado en el sentir del sector por el incremento de los precios de las materias primas y los costes energéticos, aunque todavía, no la incertidumbre generada posteriormente por el conflicto en Ucrania.
A pesar de la caída en el Indice de Sentimiento de la Industria Cárnica española (Isice), el Barómetro muestra tendencias muy positivas en las empresas respecto al mantenimiento del empleo, la inversión y la internacionalización en el sector.
El segundo semestre de 2021 estuvo también marcado por la incierta evolución de la pandemia, siendo este el principal factor explicativo de la evolución de la cifra de negocios y del ánimo de las empresas de la industria cárnica. Así, pese al carácter esencial del sector agroalimentario, el impacto de la sexta ola de ómicron supuso un freno en la reactivación económica, así como la recuperación de medidas anticovid, las cuales han afectado a la hostelería y el turismo.
Este panorama económico, junto a la reducción de las exportaciones de porcino hacia China, han sido los principales desencadenantes de la caída del Isice de cara al inicio del 2022. Y también pueden haber influido en su bajada los elevados costes de producción a los que se están enfrentado los operadores, liderados por los altos precios de la energía y el consecuente incremento del coste de los consumibles, las materias primas, los envases y el transporte.
Situación económica del sector cárnico
Los datos que recoge el Barómetro de previsiones para la industria cárnica en el primer semestre del 2022 ya señalaban, como hemos indicado, una pérdida de confianza en la marcha del sector por los retos antes mencionados.
Así las expectativas respecto a la evolución de las cifras de negocio en el primer semestre del 2022 apuntan un valor inferior respecto a la del segundo semestre del año pasado. La razón principal de estas previsiones menos positivas es el aumento de los costes. Concretamente, un 87,3 % de las empresas han señalado que prevén un mayor coste de las materias primas.
No obstante todas estas previsiones han saltado por los aires como consecuencia de la agresión de Rusia a Ucrania. Agravando la situación anterior.
El conjunto de impactos que está sufriendo el sector empresarial español, con los costes energéticos, la guerra, la huelga de transportes, la inflación, etc., nos conduce a una crisis industrial sin precedentes.
A ello se suma, en el caso de la industria cárnica, el incremento, nunca antes registrado, de los costes de las materias primas. Los datos relativos a las cotizaciones del cerdo vivo en Mercolleida, aun significativo, no refleja los nunca vistos aumentos en los costes de las piezas y demás materias primas cárnicas de las últimas semanas del primer trimestre de 2022.
No es posible sostener una situación como esta, que pone contra las cuerdas hasta a las empresas más solventes, y que requiere adoptar medidas con la máxima urgencia, para evitar un deterioro irrecuperable de nuestro tejido empresarial.
Las exportaciones, como salvaguarda del negocio de la industria cárnica
El Barómetro recoge el compromiso de la industria cárnica con la internacionalización, como estrategia fundamental de negocio que permite a las empresas diversificar riesgo y aprovechar oportunidades en los mercados exteriores.
Pese a las dificultades actuales, que abarcan desde la fase de producción hasta la logística en la distribución, el 46 % de las empresas encuestadas estima que aumentarán sus exportaciones y el 47 % que mantendrá su trayectoria exportadora, presumiblemente debido a la naturaleza esencial del sector, la firme demanda internacional y su experiencia comercial acumulada, que han reforzado su habilidad para seguir siendo competitivas en mercados exteriores.
En este punto merece la pena destacar que, a lo largo de 2021, China fue una de las locomotoras de esas compras internacionales, si bien, la expectativa de mejora de su producción de carne de cerdo, tras superar la fase crítica por la Fiebre Porcina Africana (FPA), hacen presagiar que el negocio hacia el país asiático podría reducirse.
Otros efectos de preocupación para el sector
También la situación de FPA en Europa, tras el último brote descubierto en Italia, preocupa y aumenta la importancia de adoptar acciones al respecto. Por un lado, encaminadas a prevenir el riesgo, hacer una llamada a la prudencia y a la necesidad de aplicar las medidas que sean necesarias para evitar la entrada de la FPA en España. Y, por otro lado, dirigidas a avanzar hacia la regionalización, para prevenir y abrir una vía a la exportación en caso de contagio.
El Barómetro que se se elaborará en los próximos meses recogerá las expectativas de las empresas de la industria cárnica de cara a final de año, y por tanto reflejará el sentir del sector ante las consecuencias del conflicto ucraniano-ruso y la coyuntura antes expuesta.
El sector se muestra optimista en el empleo
La industria cárnica es un sector empresarial estable, muestra de ello es el buen comportamiento que ha tenido durante la pandemia. El Barómetro no hace más que corroborar esta tendencia, recogiendo que casi un 50 % de las empresas encuestadas han afirmado que mantendrá la plantilla, frente a un 42 % que la aumentarán. Unos datos que evidencian el compromiso de la industria cárnica con la creación y el mantenimiento del empleo.
Medidas de impulso a la sostenibilidad
Como novedad, en este Barómetro se ha profundizado en las acciones que la industria cárnica está implementando para mejorar la sostenibilidad ambiental. Así, la totalidad de las empresas encuestadas aseguran estar ejecutando alguna medida vinculada al mejor uso de los recursos, siendo la eficiencia energética la más recurrente, seguida de la incorporación de fuentes de energías renovables.
Anice y Cajamar continuarán aportando información actualizada de la industria cárnica para trasladar el peso y la importancia del sector, y adaptando el Barómetro a las necesidades y preocupaciones del sector.
Con periodicidad semestral, esta herramienta es un instrumento de medición de la coyuntura de la industria cárnica, que recoge el punto de vista de las empresas y permite medir las expectativas, fortalezas y preocupaciones del sector, aportando información objetiva sobre las tendencias del mercado.
A partir de los resultados del Barómetro, se extrae el índice de confianza del sector, y se calcula el denominado, "Índice de Sentimiento de la Industria Cárnica Española (Isice)".