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El grupo de scouts de los Carmelitas de Burriana salieron pronto de casa. Habían quedado para ir a pie hasta el convento de las carmelitas de Las Alquerías porque a las nueve y media de la mañana, puntualmente, llegaba el bastón-reliquia de Santa Teresa de Jesús. En su recorrido por las diócesis españolas, ésta ha sido su única etapa en la Diócesis, y numerosos fieles se unieron a la comunidad de religiosas para celebrar la fiesta de la Trinidad y la jornada de la vida contemplativa junto al cayado que acompañó a Teresa de Cepeda en sus fundaciones.
La comunidad del convento del Sagrado Corazón ha preparado con esmero esta jornada durante una semana nada convencional: acompañaron las últimas horas de la hermana Trinidad, que falleció el martes a los 89 años. El sábado acogían al Obispo y a representantes del resto de congregaciones contemplativas para el encuentro anual Pro-Orantibus. Y el domingo, el bastón de su fundadora, que se quedó hasta primera hora de la tarde para seguir su ruta hacia Valencia.
El P. David Alarcón, carmelita que acompaña la reliquia por las diócesis españolas, destacó la cálida acogida en el convento de las Alquerías: “Ha sido muy cercana, con notable alegría e intensos momentos de oración”, que estuvieron animados por meditaciones de la santa y cantos del religiosos del Desierto de las Palmas, P. Rafael León.
El bastón es una vara de 1,20 metros que ha recorrido 27 países gracias a una iniciativa del Carmelo descalzo que bajo el lema 'Camino de Luz' pretende “compartir y llevar a los demás el mensaje de Santa Teresa”. En palabras del P. Alarcón, no tiene nada de especial -hay otros tres cayados- si no es “representar una persona en un momento de fragilidad, achacosa, pero al mismo tiempo con la fortaleza para ponerse en camino para fundar; como entonces, ahora es tiempo de caminar para llevar el mensaje de Cristo”, concluía interpelando a los asistentes.
