La candidata a la alcaldía del PP recuerda que la cruz del Ribalta es obra de Maristany y Traver
Castellón Información
La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló y candidata a la alcaldía de los Populares, Begoña Carrasco, advierte que el derribo de la cruz del Ribalta no solo puede ser “un abuso de poder y una incorrecta aplicación de la ley de Memoria Histórica, sino que además supondrá un atentado contra la conservación del patrimonio histórico, artístico y cultural de la capital de la Plana”.
Carrasco se refiere así al hecho de que el monumento es obra de Francisco Maristany y Vicente Traver Tomás, dos de los nombres más reconocidos de la ciudad de Castelló y que cuentan ya con proyectos protegidos y de alto valor artístico. “Un extremo que se ha conocido ahora, cuando el Grupo Municipal Popular hemos accedido al expediente completo y hemos podido analizar la documentación”, ha indicado la portavoz municipal.
Este es uno de los argumentos que también ha utilizado el Partido Popular en el Ayuntamiento de Castelló para alegar contra la retirada de la Cruz del Ribalta, junto a otros, como el hecho de ser un monumento religioso, ya que se trata del símbolo de la fe católica, además de no tener ninguna connotación a la contienda del periodo franquista, puesto que, por acuerdo plenario del 31 de mayo de 1979, el consistorio acordó resignificarlo en recuerdo de todas las víctimas de la violencia. El documento de alegaciones fue presentado por Registro Municipal el pasado 15 de abril, dentro del periodo legalmente establecido.
“Francisco Maristany y Vicent Traver Tomás son dos nombres que cuentan con un alto reconocimiento histórico por sus trabajos, de prestigio y gran valor artístico, teniendo en cuenta que entre sus obras se encuentran el edificio del Real Casino Antiguo, en la Puerta del Sol; o la Concatedral de Santa María”, ha resaltado Begoña Carrasco.
Precisamente, estos días está siendo noticia en Castelló la rehabilitación de una vivienda en un chaflán de la avenida Casalduch que lleva la firma de Maristany y que ha requerido de un gran número de permisos y de medidas cautelares para preservar en perfecto estado su fachada. “Resulta curioso que unas obras tengan un alto valor y otras no, siendo de la misma persona. La única explicación posible a esta disparidad se debe a que una de ellas es una cruz, un símbolo religioso”, lamenta.
En este sentido, la candidata de los Populares exige al equipo de gobierno municipal que “vele por la conservación y puesta en valor de todo el patrimonio de la ciudad, aunque sea de carácter religioso, y deje de aplicar el sectarismo, la confrontación y la política a la hora de llevar a cabo su gestión. ¿Acaso hay que destruir el resto de las obras de Velázquez por el hecho de que las Meninas están perfectamente conservadas en el Prado? Maristany y Traver son dos apellidos ilustres de la arquitectura en la ciudad de Castelló y su obra debe ser conservada en su integridad, para deleite de las futuras generaciones, porque es nuestra historia y nuestro legado”, ha añadido.
Proyecto paralizado
Hay que recordar que, además, el proyecto de desmantelamiento de la cruz del Ribalta se encuentra ahora mismo paralizado por las medidas cautelarísimas dictadas por un juez, bloqueando esta partida del presupuesto municipal. “Cualquier paso que se dé en ese sentido, supone un desafío a la legalidad y al respeto a las decisiones judiciales”, ha zanjado.
Por todo ello, el Partido Popular reclama la cruz del Ribalta sea “preservada en su actual emplazamiento y, además, se restaure el monumento y pase a formar parte de los itinerarios culturales de la ciudad, para que locales y visitantes puedan conocerla y apreciarla en toda su plenitud”.
“En el último pleno ordinario de la legislatura, celebrado el pasado 18 de abril, pudimos escuchar barbaridades como la que dijo la concejala de Cultura del equipo de gobierno, Verónica Ruiz, en el que quedaba acreditado que el derribo de la cruz es su único proyecto de ciudad. Basta de odio, basta de dividir a los castellonenses en bandos y basta de arrinconar a los que piensan de una determinada manera o profesan la religión católica. Los castellonenses tienen asuntos más importantes que no están siendo resueltos, como la falta de empleo o las listas de espera en Sanidad”, ha concluido Carrasco.