El expediente se cerró sin testimonios que lo acusaran, solo con la palabra de la concejal y “por el interés de las Fiestas”
Las actas del Consejo Rector y el expediente disciplinario al ex presidente de la Junta de Fiestas, solo indican que no hubo más testimonio de su mala gestión que la declaración de la concejal que lo acusaba, un día antes de destituirlo, y unas cartas y documento, de las que Bellido no tenía conocimiento, con el asentimiento del Consejo “por el interés de las fiestas”. Bellido no tuvo posibilidad de defenderse. Pero las historias de las Fiestas se traducen en ‘cuentos para no dormir’ que denigran la imagen de Castellón, que Bellido intentó ‘tapar’, para defender el nombre de la ciudad.
Esperanza Molina/Castellón Información
El Consejo Rector de las Fiestas de Castellón volvía a reunirse ayer con numerosos puntos en el orden del día, entre ellos, la propuesta del gerente del patronato para cerrar el expediente disciplinario que se abrió en su día a Juan Vicente Bellido por su ‘presunta’ mala gestión de las fiestas.
Pero la celebración del Consejo daba para mucho más, porque, se quisiera o no, este órgano del Patronato debía aprobar las actas de sesiones anteriores en las que se determinó, entre otras cosas: la destitución de Juan Vicente Bellido como presidente de la Junta de Fiestas, la aprobación del Reglamento para la elección de reina y damas de la Magdalena 2019; y la convocatoria de la Asamblea de Fiestas, y su censo elector.
Y las actas y los informes dan mucho de sí, tanto, que se demuestra que la confrontación entre Bellido y Sara Usó fue solamente eso, un enfrentamiento de dos personas, en la que ningún punto de la instrucción aporta nada que demuestre la mala gestión del ya expresidente, salvo dos cartas y un escrito (de quienes fueron compañeros de Junta de Fiestas -solo una parte) que, por demás, puede haber llegado incompleto al Consejo.
La historia completa pone los pelos de punta…
La Policía Local hizo trabajó de cartero
Por ejemplo, el informe del expediente instruido contra Bellido, lo único que demuestra es que Bellido fue difícil de localizar para que se le realizaran las notificaciones pertinentes, para lo que se hizo uso de las funciones de la Policía Local que ejercieron más de carteros que de fuerzas de seguridad (con todo el respeto hacia los agentes).
Por lo demás, lo único claro es que Bellido se sentía acosado y no quería declarar sin su abogado, y que la concejal declaró justo el día antes de proponer su destitución al Consejo Rector, y con datos que ‘el expedientado no conocía’, como son las cartas de ‘patio de vecinos’ que luego utilizó en contra del presidente de la Junta de Fiestas.
Pero todo esto merece un recorrido y una explicación.
El ‘y tu más’ de Bellido- Usó
Empezando por el principio. En plenas Fiestas de la Magdalena se produjo un enfrentamiento entre el presidente de la Junta de Fiestas y la concejal Sara Usó, que cada una de las partes describió de forma diferente.
A raíz de este conflicto, la concejal afirmó haber sido maltratada por el presidente, y Bellido fue llamado a filas por el equipo de Gobierno para invitarle a ‘dimitir’. No lo hizo. Y aquí radica el principal problema de la persecución que después sufrió Bellido. Persecución y acoso.
Se trataba de un capítulo más de los numerosos desencuentros que el presidente de la Junta de Fiestas ya había tenido con la concejal. Desencuentros con juicio incluido, en el que la concejal declaró contra el presidente de la Junta de Fiestas. Historias que se remontaban al principio de la gestión de Bellido, que guardan pasajes tan bochornosos como familiares de reinas y festeras que se colaron en cenas oficiales a las que no habían sido invitados por Las Comisiones de Fiestas de Valencia o Alicante. De llamadas de atención de la Comisión de les Fogueres, por el comportamiento de estos familiares.
Pero también, de fiestas hasta la madrugada, de las que la misma concejal publicaba autorretratos de celebración en Facebook, al tiempo que incumplía horarios, y la reina infantil tenía que ser llevada por sus padres porque no habían ido a recogerla.
Encontronazos, como la odisea de la Gaiata que tenía que haber ido a Fitur… y lo fue, gracias a las Gaiatas, porque el Patronato de Fiestas negaba el agua y la sal a la Junta y a los gaiateros. Fueron ellos los que consiguieron que Castellón se viera y luciera en Fitur.
Esto y mucho más, se tapó “por el bien de las fiestas”, por el buen nombre de Castellón, y el primero que sacó la cara y que pagó facturas fue el ya ex presidente.
A Bellido le pidieron la dimisión en cada encuentro… Pero Bellido no cedió.
A raíz del encontronazo durante la Magdalena, de la acusación de Sara Usó, y de otros temas de índole personal, la palabra de Bellido para el equipo de Gobierno ya era papel mojado.
Con estos mimbres, se celebró el Consejo Rector del 22 de marzo que, sobre un escrito de la misma concejal que, a su vez era presidenta del Consejo y del Patronato, y parte del conflicto, aprobó por mayoría abrir expediente al presidente de la Junta de Fiestas. Bellido se negaba a dimitir.
Parte de las acusaciones se centraban, en un ‘desaire’ a las concejalas de Almassora durante el Pregó; de una desatención con el cónsul de Rumanía… y luego a esto ya se sumó el diluvio universal en las Fallas de Valencia, donde Bellido también defendió a su reina… aunque los padres de estas se consideraban ‘desairados’… porque no acabaron de entender, que las festeras eran sus hijas, no ellos. Que no se podían volver a permitir actos tan bochornosos como los que habían sucedido en Valencia y Alicante el año anterior.
Y el peor pecado de Bellido, ir con su pareja.
Un expediente disciplinario que olía por los cuatro costados, con un instructor que no era sino el gerente del Patronato de Fiestas, persona de confianza de Sara Usó, nombrado por ella para el puesto.
Así las cosas, comenzó el procedimiento. Bellido realizó recusaciones… ¿Quién debía decidir si las personas recusadas eran parciales o no? ¿Ellos?. Lógicamente, lo negaron. No hubo nadie más y el procedimiento continuó. Bellido no dimitía.
A partir de ahí, y para cada citación se le remitieron mensajes, llamadas, se le mandó a la Policía Local a su casa, en ocasiones, hasta tres y cinco veces, a lo largo del día (10 de mayo: a las 13:48, 15:40, 20:50, 22:30 horas). Se publicó en el BOE y en el BOP. Ningún criminal ha tenido ‘tantas atenciones’.
Con las recusaciones y los aplazamientos en las declaraciones de Bellido, se retrasó también la llamada a los otros interesados. Esto es, las concejalas de Almassora, el cónsul de Rumanía, y la misma Sara Usó.
Y según reconoce el mismo informe de su instrucción, ni Bellido tuvo nada que ver con los roces que hubo con las concejalas de Almassora y ni el cónsul quiso declarar. De puertas adentro, personas cercanas al cónsul expresaron su malestar porque se utilizara la relación diplomática para estos asuntos de política interna.
No había expediente, no había caso. Aún sin declarar, porque Bellido solo quería hacerlo con su abogado, el instructor no tenía causa.
Con fecha de 17 de mayo se registraron dos cartas en el registro municipal no eran nuevas, pero según la concejal se registraron ese día. En teoría, el día 18 día tenía que haberse convocado el Consejo pero, se excusaba Sara Usó, era Santa Rita. Aún teniendo razón, el Consejo se convocó durante la semana siguiente, con carácter de urgencia y con menos de 24 horas de antelación. Eso solo se explica si se tiene en cuenta que antes, ese fin de semana, concretamente el domingo 20 de mayo, se supo que Juan Vicente Bellido había interpuesto una querella criminal contra Sara Usó.
La suerte estaba echada, porque la concejal de Fiestas, Sara Usó, declaró ante el instructor del expediente el 21 de mayo. Ya sabía que ninguna de las indagaciones realizadas podía demostrar culpabilidad alguna de Bellido… pero se guardaba un as en la manga, las cartas de los padres de las reinas, de las que Bellido no conocía su existencia; y un documento firmado por cinco miembros de la Junta de Fiestas, cuya declaración, aparte de poner pingando al hasta entonces su presidente, culpaba a Bellido de cometer acciones calificadas de delito. Un documento, el de sus compañeros de Junta, cuyo original no llego al Consejo, solo una copia, y que, en rigor de su redacción estaría incompleto.
Resulta curioso que fuera el mismo día 22, con carácter de urgencia, sin antelación, se convocara al Consejo Rector para solicitar la destitución de Bellido. Justo al día siguiente de la declaración de Sara Usó.
El acta de ese Consejo no tiene desperdicio. Recoge la declaración de Juanvi Bellido con las historias para no dormir de los conflictos que había tenido que afrontar por el comportamiento de familiares de las festeras, o por el desinterés y las faltas de su concejal de Fiestas.
Pero claro, Bellido desconocía que Usó se guardaba otros argumentos. Las cartas de ‘El presidente de la Junta me ha mirado mal’ de los padres de las reinas, o el documento de acusación de parte de la Junta, algunas de ellas muy interesadas por razones de ‘¿noviazgo?’.
En el acta del Consejo no aparecen reflejadas las cartas antes aludidas… porque estas cosas responden a la intimidad de quienes las escriben… pero en cambio, si se recogen los datos de la defensa de Bellido, en las que si se ponen de manifiesto hechos tan bochornosos como que comisiones de Valencia o Alicante tuvieran que llamar la atención a la delegación e Castellón por el comportamiento inadecuado de los familiares de las festeras…
El informe para cerrar el expediente a Bellido, “porque ya no es presidente de la Junta de Fiestas”, no es del todo imparcial. Reconoce que no hay más causa que a declaración de la concejal, pero es que… aunque Bellido no tuviera nada que ver con los hechos de los que se le acusaba... el presidente de la Junta se habría podido esforzar más. Este informe y, por tanto el cierre del expediente disciplinario fue aprobado en el Consejo de ayer.
También llama la atención en la declaración de Usó, una frase relativa a la ‘animadversión’ de la concejal hacia el presidente de la Junta de Fiestas, tal como se indicó durante el juicio celebrado en la Audiencia por una acusación de una funcionaria del Patronato de Fiestas. El testimonio de Sara Usó no fue tenido en cuenta porque se apreciaba esa clara ‘animadversión’, algo que, para la concejal, solo es una ó… por cierto, Bellido fue exonerado.
En cuanto a los miembros del Consejo Rector… las actas están plagadas de aquello de “por el bien de la fiesta”. Sin comentarios.
Otro punto y aparte merecen temas como la aprobación de los reglamentos para la elección de reinas y damas, donde se certifica que ni la Junta de Fiestas fue escuchada, ni se llevaron al Consejo Rector las alegaciones de la Junta de Fiestas. Cartas, documentos dirigidos al Consejo, que nunca llegaron al consejo como tales, sino a través de la palabra de la concejal, que las estimó y desestimó unilateralmente…
Tal como se puede apreciar en la lectura de las actas, el borrador final del reglamento de elección no fue consultado ni con la Junta (con su totalidad) ni con las Gaiatas.
Es posible que lo mejor de las Fiestas es que no sean portadas en los periódicos… si, portadas de este tipo es mejor que no las haya… pero es que historias como estas es mejor que no sucedan. No que se callen ni que se escondan, que no sucedan.
Valoración del Grupo Municipal Popular
El PP vuelve a solicitar la certificación del acuerdo de cese del presidente de la Junta de Fiestas
En menos de una semana tendrá lugar la Asamblea de Fiestas según anunció la presidenta del Consejo Rector, la concejala Sara Usó, y todavía no se ha convocado oficialmente, una cosa es anunciarlo y otra es notificarlo como procede.
Durante la celebración del Consejo Rector celebrado hoy lunes, 23 de julio, los consejeros populares María España y Carlos Feliu han reiterado la solicitud del acuerdo de cese del Presidente de la Junta de Fiestas, Juanvi Bellido, que tras ser reclamado en distintas ocasiones aún no les ha sido entregado, ni consta en ningún acta.
“Algo que consideramos fundamental ya que sin ningún acto administrativo que acredita el cese del presidente saliente, el nombramiento de un nuevo presidente podría ser irregular”, han manifestado los representantes del Grupo Municipal Popular en el Consejo Rector.
El gobierno de PSOE y Compromís podría estar atribuyéndose funciones que son propias de la Asamblea de Fiestas, continuando con su propósito de seguir politizando las fiestas, saltándose todos los procedimientos.
Ante la petición de los populares de incluir en el acta las tres cartas que llevaron a los consejeros a cesar al presidente de la Junta de Fiestas en el pasado Consejo Rector, la presidenta, Sara Usó se ha negado a hacerlo.
Para los populares, se trata de una muestra más de la “tramparencia” que viene practicando el gobierno de PSOE y Compromís, de la opacidad y de entorpecer la labor de fiscalización de la oposición, habiendo politizado las fiestas como nunca antes había ocurrido”.
Los populares muestran una vez más su total y absoluto rechazo al nuevo reglamento de elección de Reinas en el que se exige expedir un certificado de buena conducta y que está suscitando tanta polémica entre el món de la festa ante la arbitrariedad que éste puede suponer.