El buceo en el norte de Castellón podría ampliar este verano el perfil del aficionado que frecuenta su litoral para practicar inmersiones. Actualmente, un 80% de los turistas que acuden a las costas de Benicarló, Peñíscola y Alcossebre para practicar buceo son españoles y el resto proceden mayoritariamente de Bélgica y Francia. Sin embargo, tras los contactos establecidos en la feria de buceo de Madrid con una central de reservas muy importante de Zaragoza, especializada en buceo, se ha abierto una nueva vía para la llegada de aficionados procedentes de Inglaterra, Alemania y Rusia.
“Ha sido un certamen muy fructífero que nos ha permitido establecer contactos con muchos particulares y clubes de buceo porque suelen venir varias veces en verano y por temporada y no vienen solamente por un día”, indicó Antonio Civantos, gerente de Barracuda Buceo. No obstante, es la posible apertura al mercado ruso, inglés y alemán el que más expectativas está suscitando. “Hemos promocionado el futuro parque submarino frente a la costa sur de Peñíscola, la Sierra de Irta y las Columbretes, pero no sólo para llevar a cabo actividades relativas al buceo sino todas las relacionadas con la naturaleza como es el caso de vela, senderismo o mountain bike, ya que se trata de aficionados que vienen con la familia. Sobre todo a los rusos les interesan las actividades al aire libre”, explicó.
El proyecto que prevé crear un parque submarino de 120.000 metros cuadrados en Peñíscola está despertando mucho interés como se puso de relieve en el salón náutico. “Todo el mundo venía a ver la cartelería porque cualquier centro de buceo ha querido hundir siempre un barco y hemos conseguido en 6 años lo que hasta el momento nadie había podido conseguir y eso puede traer a mucha gente”, incidió Civantos. Y es que la puesta en marcha de este parque permitirá a los aficionados al submarinismo practicar este deporte en un espacio confinado, “un barco sumergido que siempre tiene un encanto especial” y además, tendrá una repercusión biológica muy destacada, dado que contribuirá a regenerar los fondos marinos en cuanto a fauna y flora. Por otro lado, este recinto actuará como “arrecife natural” ya que este espacio estará acotado por boyas y se incluirá en las cartas náuticas.
El buceador encaja con un perfil de turista de poder adquisitivo medio- alto en el caso del turista español y alto o muy alto en el caso de los internacionales.
