La ciudad de Benicàssim ha conseguido esta Semana Santa superar las expectativas de ocupación hotelera previstas inicialmente, según los datos ofrecidos por la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunitat Valenciana (Hosbec), la ciudad ha alcanzado el 95% de ocupación entre el 6 al 10 de abril rozando así el considerado como lleno técnico y superando las previsiones más positivas para la localidad. Junto a Altea, Benicàssim consigue el mejor dato de ocupación hotelera de la Comunidad Valenciana, situándose diez puntos por encima de la media de la Comunitat y siendo el mejor dato de la provincia de Castellón.
En la provincia de Castellón se alza durante los días clave de Semana Santa con un 83,2%. Los hoteles de 4 estrellas elevan su ocupación a un 85,8%, mientras los de 3 estrellas registran un 83,9%. En un análisis más detallado de los destinos de la provincia, Benicàssim prácticamente roza el lleno técnico y Peñíscola que anota un 81,6%.
En la Comunitat Valenciana, la Semana Santa ha impulsado la ocupación de los destinos y zonas de la Comunitat Valenciana con datos que, de media, posicionan a la Comunitat Valenciana por encima del 85% de ocupación hotelera y manteniéndola cómo destino referente.
El presidente de Hosbec, Fede Fuster, ha reconocido que “son muy buenos datos para la industria hotelera, mejores incluso que nuestras previsiones más optimistas lo que nos encara la temporada turística de verano que ahora comienza con buenas perspectivas”, pero recuerda que “ahora no estamos obsesionados por contar turistas ni por batir récords, el año 2023 va a ser la temporada turística en la que tengamos objetivos de rentabilidad y de sostenibilidad futura tanto social como económica”.
Fuster ha recordado que “el mercado británico no ha recuperado todavía el nivel del 2019, porque de haberlo hecho Benidorm hubiera rebasado la cifra del 90% de ocupación media con facilidad”.
En el sector hotelero de la Comunitat Valenciana, tal como recuerda la asociación, no están centrados en contar turistas ni por batir récords, si no en que el año 2023 sea la temporada turística con objetivos de rentabilidad y de sostenibilidad futura tanto social como económica. La Semana Santa ha superado las previsiones más optimistas y permite encarar la temporada turística de verano que ahora comienza con buenas perspectivas.