El primer edil no descarta llevar el tema a los tribunales
Asegura que es “una cosa más” que se suma a las sentencias judiciales y a las facturas sin pagar de la época de Rubert.
Clara Parra Roncero
El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha revelado hoy que las duras condiciones con las que el anterior equipo de gobierno cerró el préstamo de 20 millones de euros impedirán a la ciudad sumarse a una nueva linea de financiación estatal, el conocido como Fondo de Impulso Económico para los ayuntamientos.
Un nuevo mecanismo de financiación que según el primer edil hubiera permitido contar con 1 millón de euros adicional para el fomento del empleo en la localidad al poder cancelar el préstamo y sumarse a una línea de financiación más asequible.
“Pese a que no lo teníamos contemplado en el presupuesto teníamos la ilusión de contar con ello para impulsar acciones que fomenten el empleo en nuestra ciudad. Lo dejaríamos como una hucha para colaborar con administraciones mayores para hacer proyectos de empleo realmente efectivos e importantes pero que ahora vemos que no se podrá hacer por la mala gestión de otros”, ha asegurado.
Según ha explicado el alcalde, cancelar los 15,5 millones de euros que todavía se deben, a tres de los cuatro bancos con los que se cerró la operación, supondría pagar a las arcas municipales 18 millones de euros. “Es decir, deberíamos pagar más de 2,5 millones de euros por esos derivados financieros, que serían una especie de preferentes, que el anterior ejecutivo acordó. Así que tal y como nos dice el tesorero municipal no es aconsejable y el Gobierno nos lo rechazaría”, ha asegurado.
De hecho, el propio informe de tesorería dice explícitamente que “no es un buen momento para liquidar el derivado ya que el tipo de interés es muy bajo, de alrededor del 0,05% no siendo atractiva su compra”, una situación que según el responsable “siendo que ha bajado en lugar de haber subido desaconsejo su amortización ya que costaría más su venta, dado que tendrían que vender un préstamo con una muy buena retribución en el mercado que se pueden financiar con un tipo de interés muy bajo”.
Benlloch ha culpado de esta situación al anterior equipo de gobierno del PP quien, a su juicio, firmó unas condiciones con los bancos que limitan la acción de gobierno y perjudican a los vecinos de la localidad. Por ello, ha avanzado que pese a que no ve factible impugnar esas cláusulas no descarta llevar el caso a los tribunales ya que “se trata de velar por los intereses de la ciudad y por tanto se estudiará porque para eso está la Justicia. Lo hizo, por ejemplo, el señor Fabra con el señor Blasco para defender los intereses de los valencianos y recuperar el dinero robado”.
El alcalde ha asegurado, en referencia al líder de la oposición, Héctor Folgado, que “esto es gestión y no política. Él, como teniente de alcalde de aquella corporación, es responsable pero tiene una habilidad especial para salvarse”.
También ha recordado que pese “a los enemigos de Diputación y Generalitat” Vila-real ha seguido “avanzando y pagando sentencias urbanísticas y facturas pendientes que suman 20 millones de euros sin subir los impuestos y bajando el endeudamiento de cada vecino de los 426 euros de la época del PP a los 370 euros actuales.





















































