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Las obras del Palau-Castell de Betxí han entrado esta semana en la fase final de las excavaciones del edificio, después de que se hayan iniciado los últimos trabajos arqueológicos en la sala de la bóveda, la única zona que queda por catalogar. De esta forma, se intentará determinar cuál es el muro originario del castillo en su vertiente este que, según las hipótesis, podría ser uno de los primigenios del edificio. De forma paralela, las obras de restauración continúan avanzando a buen ritmo. A estas alturas, se está acometiendo la consolidación de la estructura de la zona gótica, después de que se haya derribado la grada del antiguo cine. Asimismo, se está procediendo al levantamiento de los muros que delimitarán la zona del futuro ascensor, que hará accesible las tres plantas de la construcción.
Toni Meneu, concejal de Cultura, ha destacado que "con los estudios arqueológicos actuales intentaremos terminar de reconstruir los inicios del castillo y su transformación posterior en el palacio, a partir del hallazgo de los muros perimetrales del edificio". Las investigaciones están dirigidas por el arqueólogo de la Diputación de Castellón, Gustau Aguilella, quien previamente ya se había encargado de llevar adelante los estudios del patio renacentista y de la cocina de la casa de Pascual Meneu. Se espera que los trabajos arqueológicos se alarguen durante un mes para, posteriormente, proceder a la documentación ortofotográfica y la consiguiente reconstrucción del pavimento.
