Esta diferente forma de entretenerse ayuda a los alumnos a concentrarse en una actividad
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El bingo es un juego popular que nos ha entretenido durante mucho, incluso sin tener que gastar ni un euro, ya que se puede jugar al bingo gratis en esta web. No obstante, el bingo puede modificarse para que no sólo sean entretenidos, sino también educativos.
El bingo educativo empezó en la Alemania del siglo XIX, como un esfuerzo para ayudar a los estudiantes a aprender. Comprobaron que el juego era una forma divertida de que los alumnos aprendieran nueva información y la retuvieran. Hoy en día, se pueden encontrar juegos de bingo educativos sobre una gran variedad de temas, desde palabras de vocabulario hasta personajes famosos de la historia.
Por supuesto, olvídate de la noción de bingo convencional. No sacaremos bolas de un bombo ni tampoco habrá números. El bingo en la educación se utiliza para dirigir a los alumnos y conseguir que se concentren en una determinada actividad. Veamos cómo funciona.
Funcionamiento del bingo educativo
En el juego de bingo tradicional se van marcando los números que tenemos en el cartón, a medida que una persona los va diciendo. La primera persona que termina una línea, ya sea vertical, horizontal o diagonal, gana un premio menor y el que complete el cartón primero, se lleva el premio mayor.
La forma de jugar el bingo educativo es un poco parecida al tradicional, pero tiene algunas diferencias. Por ejemplo, se utilizan objetivos, en vez de números. Por lo que cada alumno, va a tener en su cartón una serie de objetivos. Pueden variar de un niño a otro, o pueden ser utilizados por toda la clase; esto queda a discreción del instructor.
Así, en el ámbito de la educación, el bingo puede tener varios y distintos objetivos. Como ejemplo, podríamos establecer los siguientes objetivos para nuestra clase:
- Responder correctamente a una pregunta planteada por el profesor.
- Ayudar a un alumno a comprender un tema.
- Completar un tema determinado.
- Organizar las notas utilizando colores distintos para los títulos, las observaciones, etc.
- Cambiar el lápiz por el bolígrafo para las clases.
- Tratar de no usar el borrador durante todo el día.
El docente es el que decide
Como vemos, estos objetivos son más bien básicos, pero podemos determinar rápidamente objetivos particulares en función de la materia, el tema, los conceptos a explicar, etc. En cada situación, el profesor tendrá que elegir qué objetivos proponer en este bingo educativo, en función de variables como la diversidad del alumnado, el tiempo necesario para terminar los cartones (¿uno al día? ¿uno a la semana?), etc.
Puedes hacer los cartones e imprimirlos una vez que hayas decidido tus objetivos y cómo vas a utilizar el bingo educativo. Hay una gran variedad de opciones para ello, desde crearlos con aplicaciones ofimáticas (como Microsoft Word) o plantillas, hasta utilizar software especializado.
Cómo buscar plantillas
Consideremos una búsqueda de los términos "plantillas de bingo" (que podríamos también buscar en inglés, para una búsqueda más amplia como "bingo templates"). Aparecen miles de páginas, todas ellas correctas para lo que buscamos, aunque están claramente enfocadas al azar. Una búsqueda más precisa, como "plantillas para el bingo educativo", nos lleva, por ejemplo, a plantillas sencillas, válidas y modificables que nos permite adaptarlas a nuestras necesidades.
El 'Bingo Maker' es una herramienta maravillosa para que los colegios, profesores y padres puedan crear sus propios bingos. El sitio 'Tools for Educators' ofrece varias opciones para crear bingos con imágenes predefinidas, que serán de especial interés para los niños de preescolar y primaria; también está el generador de bingo 'TeAchnology', que es sencillo y fácil de usar.
El 'Bingo Card Generator', es un poco más especializado: simplemente permite modificar y crear los objetivos de los cartones. El proceso es tan sencillo como introducir una línea por cada casilla y el programa se encargará del resto. También puedes ahorrar tiempo cortando y pegando algunas de las plantillas básicas disponibles, todas ellas gratuitas. Descubrirás una gran cantidad de ideas adicionales para hacer cartones de bingo con sólo hacer clic.
Una vez que se lleve a cabo el juego, se pueden dar recompensas a los niños que obtengan una línea, el cartón completo o incluso los que sólo logren completar una casilla. Esto debe ser a discreción de cada instructor, ya que él determina cómo recompensar el juego.
El uso del bingo en la educación no es nuevo, pero son muchos los profesores que pregonan las ventajas de su uso en el aula. Este es uno de esos recursos que están en auge y que puedes probar en tu propia aula con un poco de preparación, ya sea para matemática, geografía u otra asignatura.