Iván Sánchez Cifre. Alcalde de Sant Jordi
Todos nuestros pueblos están rodeados de un saludable cinturón verde que son nuestros campos de cultivo. Esos campos que nos definen culturalmente, esa agricultura que ha definido a nuestras gentes durante siglos como personas trabajadoras, humildes y sacrificadas que en muchas ocasiones han tenido que confiar al tiempo y la suerte el devenir de sus cosechas y, con ello también, el porvenir de sus hogares.
En estos tiempos complicados para la agricultura local, se me hace especialmente duro tener que ‘blindar’ de vigilancia nuestros campos para impedir que los dueños de lo ajeno rompan de un golpe esa esperanza de una familia. Y es que en estos tiempos en que tanto se habla de lo rural, de la despoblación y de inyectar nuevas oportunidades a los pueblos, uno se choca con la cruda realidad cuando ve con qué falta de escrúpulos hay quien intenta robar miles de kilos de algarroba.
La parte positiva de este fenómeno es que, como suele ocurrir en los pueblos como Sant Jordi, ante la adversidad todos nos unimos como la gran familia que somos para proteger lo nuestro.
Agricultores, cazadores, Ayuntamiento, Guardia Civil, todos los efectivos puestos a disposición de blindar nuestros campos y proteger lo que es nuestro. Vamos a dejarnos la piel en vigilar, denunciar y detener a quienes quieran terminar de un plumazo con la cosecha de nuestra gente. Eso también es trabajar por nuestros pueblos y luchar contra la despoblación y por lo rural. Porque si no garantizamos la seguridad en nuestros campos cuando un cultivo da beneficios, que a nadie le extrañe después pasear por campos yermos y abandonados, como ya suele ocurrir por desgracia en las inmediaciones de muchos de nuestros pueblos.
No hay nadie que cuide mejor de ese cinturón verde que los propios agricultores de nuestros pueblos. Cuidémoslos y protejámoslos como merecen.
