Afirma “el rechazo de los representantes del tripartito al diálogo para mejorar nuestras instituciones demuestra que su verdadera cara es la del sectarismo y la intolerancia y que les importa muy poco el clamor ciudadano para una política más eficaz y más austera”.
Castellón Información
La coordinadora general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, ha retado hoy a los partidos de la oposición a que expliquen a los valencianos por qué no quieren sentarse a pactar una reforma del Estatuto de Autonomía que implique, entre otras mejoras, la reducción del número de diputados de las Cortes de 99 a 79 o la supresión del aforamiento.
Para Isabel Bonig, “el rechazo de los cabecillas del tripartito al diálogo para mejorar nuestras instituciones y hacerlas más eficientes demuestra que su verdadera cara es la del sectarismo y la intolerancia y que les importa muy poco el clamor ciudadano que exige una política más eficaz y más austera”. A su juicio, “la oposición no quiere reducir el número de diputados en las Cortes porque, a menos escaños, menos nóminas pagadas por los ciudadanos hay para repartirse entre ellos como han venido haciendo desde siempre”.
Bonig ha manifestado que el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig “que ya cobraba un sueldo público cuando yo tomé la comunión y ahí sigue, piensa en las Cortes como un cortijo donde colocar a los que le han brindado su apoyo para que ocupe la secretaría general de su partido. “Sólo así puedo entender que ni siquiera esté dispuesto a hablar para mejorar la calidad y eficacia de nuestro gobierno”, ha aseverado.
Bonig también ha lamentado que el partido socialista, “que sería tan necesario para nuestro sistema democrático, haya sido secuestrado por la izquierda radical que quiere destruir el sistema desde dentro del sistema, pero viviendo cómodamente del sistema”. Según la coordinadora, “es una lástima que el PSPV, que es un partido con vocación de gobierno y con el que hemos llegado a acuerdos de Estado en el pasado sea ahora una marioneta de los adalides de la violencia verbal, el totalitarismo y la intolerancia”.
Asimismo, ha manifestado que “sería aconsejable también que los miembros del tripartito de la algarada expliquen a los valencianos por qué no quieren que una parte de los diputados puedan ser elegidos directamente por los ciudadanos tal y como propone el presidente Fabra en esta reforma”.
Para Isabel Bonig, “así estableceríamos un nuevo modelo de participación donde los representantes electos no estarían sometidos a las disciplinas de partido sino a la fiscalización directa de sus electores”. Este sistema, de amplia tradición anglosajona, permitiría, según Bonig que “si, por ejemplo, la señora Mónica Oltra fuera elegida por este método, podría explicar a sus electores el porqué cobra dos sueldos: el de diputada y sus honorarios como abogada”.