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La Consellería de Educación ha informado al departamento municipal encabezado por Maria Josep Safont, sobre la inminente demolición del antiguo Insituto de Enseñanza Secundaria Llombai, después de las diferentes solicitudes realizadas por el consistorio que en apenas un año y medio ha conseguido desbloquear una situación que llevaba arrastrando durante las dos legislaturas anteriores.
Tal y como explica la regidoria de Educación en Borriana, Maria Josep Safont, “estamos muy satisfechos de haber sido informados del derribo, ya que desde que en 2009 el inmueble dejase de utilizarse como centro educativo, la situación se había ido enquistando y parecía tener una difícil solución”.
Según los detalles de la adjudicación, será la empresa BECSA quien se encargue del derribo completo del edificio lo que supone “acabar con todo tipo de especulaciones y promesas no cumplidas por parte del anterior equipo de gobierno, que desde 2009 a 2013 no se preocupó ni de la cesión ni del posible derribo y después no cumplió con las expectativas de demolerlo durante los dos últimos años que estuvo al frente tanto del Ayuntamiento como de la Consellería que debía realizarlo”.
Hace ahora un año, el Consell ya atendió la petición de vallar por completo el antiguo recinto de Formación Profesional, debido al estado de abandono y los actos de vandalismo que se producían en su interior. Así, las peticiones del actual equipo de gobierno municipal han vuelto a surtir efecto y tras prácticamente ocho años de abandono absoluto de la infraestructura, se realizará el ansiado derribo. Tal y como señalaban la bases de la adjudicación de los trabajos de demolición, el periodo máximo para la realización es de un mes y pese a que todavía no se ha podido concretar la fecha de inicio, la misma Safont ha confirmado que “será en los próximos meses, ya que casi una década después se ha convertido en una demanda muy extendida entre la ciudadanía y haremos todo lo posible para que se realice cuanto antes”. A partir del derribo, el consistorio seguirá trabajando en las distintas opciones que ya había estudiado para el futuro. Ya en 2013, el entonces alcalde José Ramón Calpe aseguró tener un proyecto claro para derribar el edificio y para el futuro solar, pero “han tenido que pasar más de tres años y un cambio de gobierno tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento para, por lo menos, alcanzar un derribo que deberían haber conseguido y llevado a cabo hace muchos años”, tal y como ha explicado Safont.
