El sector de arrastre es el más perjudicado debido a la gran limitación de días laborales anuales
Adriana López / Castellón Información
El sector pesquero de Borriana lleva varios meses sin coger pescado suficiente para alimentar a los trabajadores y hacer frente a los gastos de las empresas. El sector más perjudicado, en este sentido, es el de arrastre porque tiene asignados menos días de pesca que el resto. "Hay barcos que van a pescar menos de 6 meses al año, con lo cual es imposible que puedan mantener a la empresa y a los trabajadores", asegura Juan Borja Bautista, secretario de la Cofradía de Pescadores de Burriana.
Por ello, el pasado 4 de junio marineros, patrones y trabajadores de la provincia de Castellón realizaron una protesta colectiva contra el Plan de Demersales de la Unión Europea y paralizaron el sector del arrastre. "De momento han reducido un 10% en 2020, un 7,5% este año y pretenden llegar al 40% hasta 2025", confirma el secretario.
Otros sectores también se encuentran en sus peores momentos. Ismael Canay, pescador en el sector de cerco desde hace más de 8 años, manifiesta: "La temporada está siendo mala porque hemos estado parados por la Covid-19, hay escasez de pescado y bastante mal tiempo". Y añade: "También nos influye la plaga de atunes porque eso nos dificulta capturar los bancos de peces y si coges algún atún no puedes subastarlo"
Canay explica que el tope establecido de pescado diario en la provincia son 500 cajas de boquerón y 400 de sardina, pero hace tiempo que no lo consiguen y si hacen algo son 100 o 200 cajas, aunque el precio tampoco les acompaña.
En la Comunitat, los barcos tienen un límite de cajas, y el precio va variando según la pesquera. "Un día puede valer un euro y al día siguiente 70, debería haber un precio mínimo, porque en las pescaderías y supermercados el kilo ronda siempre los mismos precios", señala el pescador burrianense. La supervivencia de los trabajadores es guardar dinero cuando hacen buenas semanas para compensar las que no hacen nada.
Un sector que carece de personas jóvenes que apuestan por aprender este oficio. No obstante, aún quedan algunos apasionados, "mi idea es seguir luchando por esta profesión, tengo la esperanza de que esto cambie, prospere y nos dejen regularizar la venta del pescado a nivel nacional", destaca un marinero joven.
