Enrique Domínguez. Economista.
Dicen que quien no se consuela es porque no quiere. Tratándose de las cifras del paro registrado, el que en mayo haya aumentado solamente en 607 perdonas en la provincia de Castelló cuando en marzo se incrementó en 3.176 personas y en abril en 4.003, puede ser un síntoma positivo.
Si, además, este comportamiento lo unimos al proceso de desconfinamiento y a la apertura paulatina de diferentes establecimientos, podemos inferir que vamos en la línea correcta. También hay que indicar que nos acercamos al periodo veraniego y que hay ganas de salir, de viajar, de gastar (quien pueda) y, para ello, es necesario que las infraestructuras turísticas, en este caso, estén más o menos disponibles.
Sin embargo, toda esta necesidad de salir, de respirar aire más puro (lo cierto es que la contaminación ha bajado bastante gracias a la menor circulación de vehículos) depende en gran parte de nuestra responsabilidad como ciudadanos. No hay que olvidar, como hacen algunos, que el bichito sigue ahí y que el rebrote puede estar a la vuelta de la esquina.
Y también es positiva esa cifra de parados de mayo porque es un mes en el que casi siempre se dan dado retrocesos en el montante total, si bien solamente se produjeron incrementos en 2008 y 2009 (los años más álgidos de la crisis) con un número de parados bastante superior.
Dicho lo anterior hay que significar que, en términos porcentuales, el incremento sobre abril (+1,30%) ha sido superior al registrado en el conjunto de la CV (+0,13%) y de España (+0,69%). Mientras, en València subió un 0,14% y en Alacant descendió un 0,18%.
Otro aspecto a tener en cuenta en su comportamiento por sectores. La paulatina mejora de la actividad ha dado pie a descensos del paro registrado respecto a abril en construcción y en industria. Sin embargo, mientras en las tres provincias y en España se contrae el paro en construcción, en industria solo lo hace en Alacant y en el conjunto español.
La concentración de nuestra actividad industrial en la cerámica y en el sector químico da pie a que la recuperación dependa demasiado de las mismas.
Pero hay un hecho que subyace alrededor de las cifras de parados y es la puesta en marcha de los ERTES, que ha permitido que todas las empresas que han tenido que parar o reducir drásticamente su actividad, hayan podido mantener su empleo pero sin trabajar durante un tiempo y ello ha dado pie que las cifras del paro registrado no se desboque. Pero son más de 43.000 personas las que están inscritas en estos Ertes y, de la evolución de la actividad global, de su proceso de normalización, de la marcha de las exportaciones y de la duración de esos expedientes dependerá que una parte más o menos relevante engorde el total del paro. Y todo ello también va a depender en gran medida de nuestra responsabilidad como ciudadanos en el proceso de desescalada.
La menor diversificación de la economía castellonense se aprecia en el hecho de que los contratos formalizados en mayo hayan crecido menos en Castelló que en Comunitat Valenciana y en España y que la contracción respecto a mayo de 2019 haya sido más fuerte en Castelló que en las otras dos áreas. Sin embargo, Castelló es la tercera provincia con mayor número de contratos indefinidos, casi dieciséis de cada cien.
La afiliación a la Seguridad Social también refleja esa menor diversificación: se reduce en 2890 personas respecto a Abril, sobre todo en el Régimen General en sentido estricto y en el Sistema Especial Agrario y aumenta un poco en autónomos y en el Mar. El retroceso respecto a mayo de 2019 es general, fundamentalmente en el Régimen General (10.117), pero también en autónomos (1.107 menos) en el Agrario (898 menos) y en el del Hogar (243 menos).
Por tanto, datos menos malos de mayo que pueden augurar mejoras cifras en verano si se mantiene la responsabilidad de los ciudadanos, porque la economía seguirá previsiblemente mejorando aunque dentro de una fuerte recesión. Pronto podremos ver si es así. ¿Qué piensa usted?