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La nueva Ordenanza Municipal para la prevención y el control de los mosquitos y, particularmente del mosquito tigre, ha entrado en vigor esta misma semana en Borriana, con el objetivo de seguir reduciendo la afección por la presencia del insecto durante la época estival. Después de las correcciones realizadas en el texto durante los últimos dos meses, y de su aprobación en la última sesión ordinaria del Pleno municipal, la nueva ordenanza tiene como finalidad “continuar aumentando los mecanismos de lucha contra las posibles plagas de mosquito tigre en el conjunto del término municipal, entre los que siempre nos gusta destacar la concienciación de la población hacia esta problemática, puesto que de la colaboración entre consistorio y ciudadanía depende también el éxito obtenido hasta ahora en la prevención y lucha contra el mosquito”, tal y cómo ha destacado el máximo responsable del área sanitaria municipal, Manel Navarro.
A partir de la publicación el pasado 4 de agosto al Boletín Oficial de la provincia de Castelló, la nueva ordenanza pretende “seguir estableciendo las fórmulas de intervención sobre todo en la prevención de su presencia y tal y cómo se señala a la parte técnica de la ordenanza, no es suficiente el control por parte del Ayuntamiento de focos como los parques y jardines públicos, puesto que para el control de la especie tigre resulta imprescindible la colaboración ciudadana”, como explica Navarro.
Por eso durante los últimos tres meses se han realizado toda una serie de charlas informativas en los distritos y puntos más conflictivos del conjunto del término municipal para dotar de técnicas y aconsejar a la ciudadanía sobre como luchar contra la presencia del mosquito. Así, tanto el adelanto de la campaña de prevención por parte de la concejalía de Sanidad que inició los tratamientos ya en el mes de marzo, como la colaboración ciudadana que ha aumentado considerablemente respecto a años anteriores, han hecho que la afección durante lo que ha transcurrido de verano de 2016 sea muy menor, y la presencia del mosquito se haya visto reducida considerablemente. De hecho, una de los datos que mejor explican la reducción tanto de los focos de proliferación del mosquito como las molestias ocasionadas a los vecinos, es la bajada en más de un 80 por ciento de las quejas registradas. Si durante el verano de 2015 la cifra superó las 300 a finales del mes de julio, durante este año, a penas han superado las cuarenta.
Tal y cómo explica el mismo regidor Manel Navarro, “también se especifican posibles sanciones para aquellos que después de varios requerimientos no atiendan las recomendaciones del el Ayuntamiento, a pesar de que hay que añadir que, de momento, no se ha tenido que notificar ninguna futura sanción a ningún vecino de Borriana, lo que quiere decir que la clave sigue estando en el trabajo previo realizado tanto a la hora de informar y aconsejar a la ciudadanía, como en los trabajos de prevención que ya hace cuatro meses que se efectúan y que han tenido un efecto directo en la espectacular reducción de la presencia del mosquito tigre”.