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domingo, 16 de febrero de 2025 | Última actualización: 12:46

6 calas paradisíacas en Castellón: aguas cristalinas, acantilados y el columpio más 'instagrameable'

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A lo largo de los más de 120 kilómetros de costa, la provincia esconde verdaderos tesoros en los que ‘perderse’ durante esta estación estival

No hay que viajar muy lejos para encontrar auténticos paraísos naturales. La costa Azahar, constituida por 120 kilómetros de playas, cuenta con preciosas y recónditas calas en las que perderse para desconectar de la rutina y conectar con la naturaleza.

Aguas cristalinas, paisajes rocosos, abundante vegetación, arena dorada, cuevas escondidas… Estos espacios brindan al visitante una experiencia única donde la tranquilidad y majestuosidad de los paisajes están asegurados.

Y es que la combinación de mar y montaña convierte a Castellón en un lugar de contrastes, donde poder disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Desde calas escondidas accesibles tan solo a pie, hasta pequeñas playas rodeadas de naturaleza.

Descubre algunas de estas preciosas calas para disfrutar de un verano inolvidable, sin necesidad de salir de Castellón:

-Cala Mundina (Alcossebre): Con tan solo 25 metros de longitud, esta joya está enclavada en el entorno del parque natural de la Serra d’Irta. Se trata de una cala de arena y piedra, rodeada de rocas y vida marina en la que destacan sus aguas cristalinas, por lo que la hace ideal para practicar buceo o esnórquel.

-Cala de La Foradada (Vinarós): Emplazada entre acantilados de curiosas formas, encontramos esta cala de piedras y arena gruesa a la que se accede por unas escaleras. De sus aguas transparentes emerge una roca con un pequeño agujero que la atraviesa. Las condiciones de este espacio natural también permiten la práctica del submarinismo, perfecto para los más aventureros.

-Cala Orpesa la Vella (Orpesa): Se trata de una pequeña cala, prácticamente la prolongación sur de la playa de La Concha, separada de la misma por un pequeño saliente rocoso que confiere el encanto de cierta privacidad natural. Tiene una longitud de 120 metros, una anchura media de 50 metros y es de carácter semiurbana, con arena fina y dorada. La particularidad de esta cala es que en ella se encuentra el primer columpio acuático de España (ahora instalado en la arena), una atracción de lo más ‘instagrameable’, pues los usuarios pueden inmortalizar su visita con una fotografía con el fondo del mar Mediterráneo.

-Cala Blanca (Alcossebre): Anterior a Cala Mundina, esta cala es perfecta para disfrutar de un refrescante chapuzón. Cuenta con áreas tanto de roca como de arena, aguas cristalinas y un entorno cuidado y tranquilo en el que relajarse. Pese a su reducido tamaño, se trata de un rincón acogedor a la par que accesible.

-Cala del Pebret (Peñíscola): Aislada, de arena fina y agradable para el baño, está situada  junto a la playa del Russo. Ambas están ubicadas en plena naturaleza y suponen las únicas dos playas de arena fina del parque natural de la Serra d’Irta.

-Renegà (Orpesa): Esta cala de naturaleza virgen está rodeada de vegetación y ofrece un paisaje de lo más salvaje. Acogedora y tranquila por el entorno natural que la rodea, está dividida por multitud de calas de arena y rocas esculpidas a golpe de mar y viento, con abundante vegetación y frondosas pinadas que alcanzan casi la misma orilla. Todo ello convierte a esta cala en un espacio paradisíaco.