El arquitecto Santiago Calatrava ha comparecido hoy en el juzgado número 5 de Castellón, para prestar declaración sobre su proyecto del Centro de Convenciones de Castellón. En un comunicado difundido por su defensa, Calatrava ha repetido lo que ya ha manifestado en otras ocasiones, que hizo el proyecto que le encargaron, en el que participaron numerosos profesionales de su estudio, y que fue la coyuntura económica la que impidió que se construyera. Durante sus declaraciones ha salido a relucir el nombre del ex presidente Camps, que según la acusación particular, habría llamado a Calatrava para pedirle que hiciera un proyecto de referencia para Castellón.
Castellón Información
Santiago Calatrava, autor del anteproyecto del Centro de Convenciones de Castellón, que nunca llegó a construirse, ha comparecido hoy ante el titular del juzgado nº 5 de la Audiencia provincial de Castellón.
Citado en primera instancia por el juez a principios de septiembre, en aquel momento la defensa del arquitecto señaló que su defendido no había recibido la notificación, y que se había enterado de la misma a través de otros medios.
Es comprensible, por tanto, la expectación que despertaba su presencia esta mañana, en la Audiencia, donde llegó acompañado por sus abogados.
Aunque el arquitecto no ha realizado declaraciones, su defensa si ha remitido un comunicado, en el que Calatrava viene a reiterar lo que ya ha señalado anteriormente. Que realizó el trabajo que le encargaron, y que la coyuntura económica fue la culpable de que el proyecto no llegara a ejecutarse.
A través de otras fuentes, se ha sabido también, que el arquitecto ha respondido a todas las preguntas formuladas por el juez y la fiscalía, pero no a las planteadas por la acusación particular, representada por Izquierda Unida.
Según las mismas fuentes, salieron a relucir las fechas, los encargos, las conversaciones, y las diferentes propuestas sobre el proyecto que intercambiaron Calatrava y la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana, que le había encargado el proyecto.
Las dudas que rodean este tema, y sobre las que el juez trata de averiguar si se pudo producir delito, se basan en: El encargo del proyecto, de forma directa a Calatrava, sin pasar por concurso público. La base del proyecto estaba relacionada con un coste de 60 millones de euros, para una parcela, situada en el Pai de Els Mestrets, con una superficie concreta.
Sin embargo, el arquitecto llegó a elaborar un proyecto mucho más ambicioso, construido en tres fases, que triplicaban el coste del encargo y la superficie para el que estaba inicialmente destinado. ¿Quién autorizó el desfase y el crecimiento del proyecto?.
Según ha trascendido de las declaraciones de Calatrava, el ex presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps llamó personalmente al arquitecto para pedirle que se volcara en el proyecto, porque tenía que ser un proyecto de referencia de Castellón. El expresidente se reuniría también con miembros del gabinete de Calatrava, quienes le habrían explicado los detalles y el desarrollo del trabajo, dimensionado en tres fases con un coste de 60 millones cada una de ellas.
Pero eso no quiere decir, han comentado otros medios a Castellón Información que fuera Camps el que autorizada el macro proyecto que sobrepasaba las dimensiones iniciales del encargo.
El caso final es que Calatrava acaba respondiendo a los tres programas de necesidades planteados, con un proyecto que él entiende que le aceptan, dado que había remitido la documentación, memoria y bocetos, a la Sociedad de Proyectos Temáticos que le había realizado el encargo inicial. Sin embargo, en fechas posteriores sería la SPTCV la que se pondría en contacto con Calatrava para pedirle que redujera el volumen del proyecto a los 60 millones iniciales. El arquitecto comentaría entonces que el proyecto podría realizarse en tres fases.
Pero lo cierto es que para entonces, a finales del 2008 las cuentas de la Generalitat hacen agua por todas partes. Y posteriormente y a tenor de la situación económica, es la misma Generalitat a través de la SPTC la que ‘aparcaría’ sin fecha el proyecto.
La defensa de Calatrava entiende por tanto, que el arquitecto se limitó a dar respuesta a los programas de necesidades que se le remitieron; que cumplió el trabajo encomendado para la elaboración de un master plan y un anteproyecto básico. Que la Generalitat y la Sociedad de Proyectos Temáticos conocían la evolución del proyecto y sus diferentes evoluciones.
Y que el arquitecto se limitó a cobrar por un trabajo realizado, sin tener responsabilidad alguna en cuanto a la decisión tomada por la Generalitat para no seguir adelante con el Centro de Convenciones, por la Coyuntura Económica.