Tras el inicio de las mediciones ‘en continuo’ el objetivo es minorar la zona ZAS, con un sistema de control más ‘suave’
Castelló intentará alcanzar un grado de consenso entre ocio y descanso vecinal a través de una campaña vecinal en las tascas. El objetivo, ahora que han comenzado las mediciones ‘en continuo’ es poder rebajar el nivel sonoro, pero también, evitar denuncias vecinales. De esa forma, se pretende declarar Espacio Gastronómico Protegido el entorno de las tascas y, a su vez, rebajar la normativa de zona ZAS (Zona Acústicamente Saturada) a Zona Paz (Plan Acústico Zonal), algo más permisivo que el anterior y sin techo superpuesto.
EM/ Castellón Información
Los concejales de Urbanismo y control Acústico, Rafa Simó y Fernando Navarro, han presentado esta mañana una campaña ciudadana que lleva por lema: “Aquí cabemos todos”, dirigido a la zona de las tascas.
El propósito que se plantea ahora es este: Intentar conciliar el ocio de la zona ZAS que no solo afecta a la zona de las Tascas sino a gran parte del centro histórico, con el descanso de los vecinos.
Eso significa que, ahora, cuando ha comenzado la campaña de mediciones en continuo, uno y otros, los negocios de los restauradores y los vecinos que los frecuentan sean conscientes de la necesidad de salvaguardar esta actividad comercial, pero también contribuyan a hacerlo con su comportamiento más cívico.
Es una alternativa para salvar las tascas, que ahora mismo se encuentran muy constreñidas con la regulación legal de la zona, tras la sentencia del supremo que obligaba a un control riguroso y vigilancia policial para su cumplimiento.
No es cuestión de hacerse ilusiones, reconocía Rafa Simó. La zona ZAS va a seguir en vigor mientras las mediciones acústicas demuestren que el nivel sonoro supera los mínimos permitidos. Pero si se consigue rebajar estos niveles, el Ayuntamiento podrá, por una parte, declarar el centro de Castellón como Zona de Interés Gastronómico, y rebajar la declaración ZAS, para sustituirla por lo que se conoce como PAZ, o Plan Acústico Zonal.
Se mantendrán las restricciones en la concesión de licencias y los horarios de cierre… que quizá puedan ampliarse un poco, pero no demasiado. Y se podrá conseguir también que se autorice el consumo de alcohol en la calle, no solo en veladores.
Mientras se verifican todas estas medidas se queda aparcada, en cierta medida, la propuesta de los empresarios de las tascas para crear un techo panelado que amortigüe el ruido, lo que, por otra parte, supondría un gasto añadido que hoy por hoy no tiene un ‘pagador’ concreto.
En términos reales se trataría de afrontar dos problemas diferentes que, sin embargo, van unidos: el ruido y el consumo.
Una rebaja del nivel de ruido podría permitir una regulación más permisiva para el consumo. Pero el elemento fundamental no dejará de ser el ruido y la convivencia pacífica de restauradores y vecinos.
Por cierto, se tendrá en cuenta que las Fiestas de la Magdalena son lo que son, y las mediciones también contemplarán los casos de excepción.
Como dice el lema: “Aquí cabemos todos”